Suecia se ha convertido en un ejemplo y una alerta sobre las consecuencias de la adopción del patrón cultural de la «corrección política» y la marginalización del pensamiento disidente en occidente. Por esto vale la pena analizar cómo es la situación política y cultural que se respira en este país nórdico.
El comediante Aron Fram es un outsider para la escena política y cultural en Suecia. Como judío no-socialista, ha sido marginalizado por la sociedad sueca, algo que describe como un mecanismo para mantener la cohesión social en una sociedad tan adversa al conflicto.
¿Cómo es crecer en Suecia?
En una reciente entrevista con Dave Rubin, Fram, dice que el problema con suecia es que ha sido socialista por demasiado tiempo. Socialista en lo social y lo cultural, no así en lo económico. A causa de esto, ejemplifica cómo es crecer en suecia con una metáfora: Los borgs de Star Trek. Una raza alienígena que es una conciencia colectiva, y que avanza conquistando planetas e incorporando a otras razas, eliminando toda traza de individualidad.
La derecha alternativa en Suecia
Fram alega que Suecia carece de la tradición liberal de otros países occidentales por lo que ser conservador en Suecia, (preservar las tradiciones) también es ser socialista, solo que aspirando al socialismo de antaño.
Como consecuencia de esto y de la reacción frente a la inmigración masiva de musulmanes que ha invadido el país, la derecha alternativa sueca tiende principalmente hacia el nacional-socialismo, pero esta vez sin antisemitismo.
Cómo los sindicatos dificultan integrar a los inmigrantes al sistema
Fram expone que Suecia más que un país socialista o social-demócrata, tiene un sistema corporativista, donde los sindicatos tienen un enorme poder. En el sistema sueco el trabajador no negocia por su salario con su empleador sino que el sindicato lo hace por él, lo que genera un sistema estratificado al que los inmigrantes encuentran muy difícil integrarse, generano algo así como un estado de apartheid.
Todos se han vuelto una víctima
Suecia ha sido voluntariamente socialista por 80 años casi ininterrumpidos. El país ha votado por la misma política por todo este tiempo. Parte del «dogma» socialista es que a priori uno nunca tiene la culpa de lo que le pasa, sino que es una víctima de las circunstancias, entonces todos se han convertido en víctimas. Incluso el sueco de clase media intenta exaltar sus credenciales de victima diciendo que si bien es de clase media, viene de una familia de clase trabajadora.
El socialismo se entrelazó con una cultura colectivista pre-existente
Incluso antes del socialismo en Suecia existía una cultura colectivista denominada localmente «cultura de consenso», por lo que la «corrección política» que se nos está intentando imponer a través del neomarxismo a gran parte de occidente, ya existía en Suecia antes de que esta adoptara el socialismo socio-cultural propiamente dicho.
¿Existe oposición o derecha en Suecia?
La mayor parte de los partidos «conservadores» en Suecia (recordemos que los «conservadores» también son socialistas) se han resignado a aceptar el «estado de bienestar», por lo que las únicas voces abogando por una reforma de corte liberal son movimientos libertarios marginales que no tienen posibilidad a juicio de Fram para competir con los conservadores socialistas.
Fram recomienda que se tome el caso de Suecia como una advertencia al resto del mundo sobre el peligro de la adopción de la corrección política y la cooptación de la totalidad de la oferta política por facciones socialistas con muy sutiles diferencias entre sí.