La adecuación histórica ahora es políticamente incorrecta: Una abundancia de mujeres-soldado (algo prácticamente inexistente por milenios) y personajes negros y asiáticos en contextos históricos en los que no hay registro alguno de tal «diversidad étnica» son moneda corriente en el mundo del entretenimiento. Reflejar los roles tradicionales de género o la homogeneidad étnica de las poblaciones europeas de otrora (Comparable a lo que se puede ver hoy paseando por China, Irán, Corea o Zimbabwe), sería – a diferencia de esto – ofensivo para la influyente progresía occidental.
Nazis divesos y sin esvásticas
Sabiendo esto, los desarrolladores del nuevo Call of Duty: World War II, decidieron no excluir a las mujeres ni las minorías de ningún rol en este juego que se ha presentado en E3. Curiosamente sin embargo, la posibilidad de jugar como una mujer negra nazi ha dejado a la misma progresía que buscó apaciguar en cortocircuito.
Otra sensación extraña es la que genera que en el multiplayer se hayan borrado todas las esvásticas porque a los desarrolladores no les pareció apropiado incluirlas en este contexto. Esto sumado al look «multikulti» de los nazis políticamente correctos los hacer prácticamente irreconocibles como tales. Uno podría pensar que más que pelear contra los nazis está peleando contra Antifa en los años 30.