Rocafonda, un colegio público de la localidad barcelonesa de Mataró, hizo cambios en su menú y obliga a todos los alumnos a comer ‘halal’ para de esta manera no ofender a los musulmanes que concurren al centro educativo.
Buscando que los niños marroquíes no se sientan discriminados, se introdujo esta modificación en el menú buscando reemplazar el uso de carne de cerdo, no aceptada en la religión musulmana. Muchos padres mostraron su indignación por esta decisión unilateral de las autoridades del colegio público. Un grupo municipal se presentará ante la comuna para realizar una queja por lo que entienden es un acto discriminatorio.
Plataforma per Catalunya, grupo municipal que tomó cartas en el asunto, entiende que los cambios en el menú se debe realizar “por temas de salud y no religiosos”. Además apuntaron a la laicidad que promueve el estado español, ante esta decisión de un colegio público de obligar a los no musulmanes a tener que adaptar sus costumbre culinarias por motivos religiosos.
FUENTE: Mediterráneo Digital