Robert Mugabe es un ex-guerrillero comunista y dictador de Zimbabwe (Rodesia) desde 1987 hasta el 2017. Mugabe ascendió al poder por las urnas, con un discurso conciliatorio. Llevó adelante políticas racistas contra la minoría blanca de su país, reduciendo su población de más de 100.000 en 1980 a menos de 30.000 personas en la actualidad. Abdicó en el 2017. La «comunidad internacional» continúa enviándole ayuda económica justificada todavía con argumentos anticolonialistas, a pesar de la vileza y corrupción del régimen.
Son conocidos los discursos liberales en los que Fidel Castro y Hugo Chavez negaron pretender llevar a sus respectivos países hacia el comunismo previo o a poco de su ascenso al poder. Mugabe, como dictador socialista (y racista) no fué la excepción.
Dirigiéndose a los Rodesios blancos en enero de 1980, antes de las elecciones que lo convertirían en primer ministro de Rhodesia, país que luego rebautizó como Zimbabwe decía:
«Quédense con nosotros, permanezcan en este país y constituyan una nación basada en la unidad nacional».
En un congreso de su partido, en Diciembre del 2000, sin embargo, era otro el tono de sus palabras respecto a la minoría blanca:
«¡Nuestro partido debe seguir infundiendo miedo en el corazón del hombre blanco, nuestro verdadero enemigo! … El hombre blanco no es autóctono de África. África es para africanos.».
Según publicó Newsweek, Mugabe, discurriendo en el funeral de uno de sus ministros, en el 2003, reflexionó sobre Hitler:
«Soy el Hitler de esta época. Este Hitler tiene un solo objetivo, justicia para su propio pueblo, soberanía para su pueblo, reconocimiento de la independencia de su pueblo y derecho a sus recursos… Si ese es Hitler, déjame ser un Hitler diez veces más Hitler. Diez veces, eso es lo que defendemos».
Posterior a estos dichos y acciones por parte del dictador, la comunidad internacional continuó financiándolo, otorgándole por ejemplo más de 1000 millones de dólares en ayuda extranjera en el 2012.
El presidente en ejercicio de Uruguay, Tabaré Vazquez se reunió recientemente con Mugabe, ocasion en la que el dictador agradeció que la ONU hubiera elegido a su régimen como anfitrión de la 71.ª Asamblea Mundial de la Salud 2018-2019.