Es brutal este libro. Voy a adoptarlo como libro de cabecera junto a «Sexo y carácter» de Otto Weininger, «Rabia carnal» de Jean-François Elslander, «Más allá del bien y del mal» de Nietzsche y «La filosofía del tocador» del Marqués de Sade.
“Mal que les pese a los dogmáticos, el homo sapiens es originalmente un animal, y ,como todos los animales, por sus ancestros, obedece a leyes bien precisas que no puede transgredir sin poner en peligro su especie, su personalidad y su entorno. Para evitar cometer trágicos errores es necesario que conozcamos las leyes de la materia viviente, así como el escenario terrestre, el cual nos sirve de entorno y nos rige. A propósito, fue el filósofo Sir Francis Bacon, quien dijo: “Se gobierna la Naturaleza obedeciéndola”. Pero para obedecer y para gobernar es necesario un perfecto conocimiento de las cosas.” Doctor Claude Soas (Dr. Claude Nancy)
Como Pierre Thuillier, profesor de la Universidad de París que acaba de escribir en las Éditions complexes: “¿Los biólogos, van a tomar el poder?”, yo creo que la biología será necesaria para comprender el siglo XXI y para crear una nueva ética cultural y social en acuerdo con la biología y la animalidad del hombre
“…El análisis de Perroux, que veremos más adelante, solo tiene valor para jefes de industrias bastante pequeñas, por tener aun el sentido comunitario (el más bello ejemplo de esto está en la fragmentación de la pequeña siderurgia italiana), o para los que posen aun el sentido de nación biológica (es decir para los capaces de aceptar y entender la primacía de lo político sobre los intercambios económicos internacionales). En este sentido, los sociobiólogos como O. Wilson, Konrad Lorenz, Burnett, o Richard Dawkins niegan que la economía sea una ciencia evolucionista; a sus ojos ésta es incluso todo lo contrario, y comparto enteramente su punto de vista. Los sociobiólogos nunca defenderán el sistema económico llamado “liberal”, como quieren pretenderlo los marxistas con el fin de desacreditarlos. Para los sociobiólogos, el sentido comunitario, es decir, el atruísmo con los parientes genéticos, primará siempre sobre el simple interés financiero, momentáneo e ilusorio”.