La reunión entre Benjamin Netanyahu y Viktor Orban, primeros ministros de Israel y Hungría, dejó un fuerte respaldo israelí a la política húngara contra la migración masiva y el accionar de George Soros en Europa del Este. El inversionista de 86 años se encuentra financiando grupos pro democracia y de derechos humanos que se vinculan a las oleadas migratorias que sufre el Viejo Continente.
Israel considera a Soros ‘una amenaza’ ante el fomento del antisemitismo que se generan en las diferentes ONG’s que colabora este húngaro de raíz judía con sus mega empresas. Ambas naciones ven a Soros como un enemigo del estado, mientras que compañías asociadas al magnate ven esta situación como una evocación a la campaña nazi de la Segunda Guerra Mundial.
La nueva relación entre Israel y Hungría, en pos de visualizar un enemigo en común, abre una nueva situación social que tendrá nuevos capítulos cuando las empresas de Soros empiecen a mover sus piezas con las poderosas campañas políticas que suele realizar.
FUENTE: Reuters