La crisis migratoria está dejando sus huellas en aquellos países que optaron por ser receptores de refugiados musulmanes. Suecia, uno de los más abiertos a la oleada migratoria, se encuentra actualmente con un 80% de la policía evaluando en renunciar por miedo a los ataques de migrantes musulmanes en las calles suecas.
Los crecientes niveles de criminalidad, que incluyen ataques sexuales masivos en festivales, ataques con granadas de mano y violencia en ‘zonas rojas’ que han sido tomadas por los migrantes, ha despertado el temor en las fuerzas policiales que ahora evalúan en cambiar de carrera por el riesgo que supone patrullar las calles nórdicas.
Los nuevos desafíos de las autoridades suecas es superar la baja cantidad de oficiales que están teniendo por el empeoramiento de la situación social en varios ‘ghettos’ suecos. Peter Larsson, sargento de la policía sueca, destacó la violencia que sufren los servicios de emergencias y policíacos en los barrios musulmanes, donde son recibidos con pedradas, incendios y mucha violencia.
Los suburbios de Estocolmo y Gotemburgo son los más violentos del país, donde hasta los periodistas han sufrido ataques en varias ocasiones. Aunque el gobierno sueco se rehúsa en usar la palabra ‘crisis’ reconoce una situación difíciles pero se comprometió a utilizar más fondos para reclutar oficiales. El problema de fondo, la migración masiva musulmana, parece no importarle a las autoridades suecas.
FUENTE: Breitbart