Emmanuel Eboué, futbolista que llegó a jugar la final de la Champions y varias temporadas en la Premier League, quedó en la calle, afectado psicológicamente y temiendo la llegada de la policía luego de un proceso de divorcio le quitara todo lo que tenía.
Con solo 34 años, Emmanuel ha visto caer en picada su vida. De residir en una mansión en Inglaterra, pasó a dormir en un colchón tirado en el living de un amigo porque el dinero ya no le da para el alquiler.
Eboué, no tiene dinero para pagar un abogado ni para efectuar los pagos que por el fallo de divorcio debe todavía realizarle a su ex-mujer, quien se ha quedado con la mayor parte de su patrimonio. Esto lo mantiene en un constante estado de estrés que está afectando su salud psicológica:
«Estoy dentro de la casa, pero vivo con miedo. Porque no sé cuándo podría venir la Policía a por mí. A veces apago las luces porque no quiero que la gente sepa que estoy dentro, y tranco la puerta por dentro»
«En Turquía gané ocho millones de euros, siete fueron para mi mujer. Todos los días me lavo los jeans, la ropa, todo. Mis manos están duras. Como si hubiera estado trabajando en una granja»
La historia de Eboué, resuena con las que viven hombres en todo occidente como consecuencia de una legislación de divorcio feminista que destruye las vidas de cientos de miles de hombres inocentes, tragedias cotidianas que todos conocemos, pero de las que poco, muy poco se habla.
Fuente: Besoccer