Kevin Crehan apareció muerto en su celda luego de haber sido encarcelado por dejar sándwiches de tocino en una mezquita, una provocación simbólica, análogo a las que ha realizado el movimiento feminista en Montevideo contra la catedral. En este caso sin embargo, las autoridades de la ciudad de Bristol, en Inglaterra, interpretaron este desafío como un «ataque islamófobo».
Transcurridos seis meses de su sentencia de un año, Crehan fue encontrado muerto en prisión.
El ataque a la mezquita se había llevado adelante en el mes de julio del año pasado, y rápidamente, había sido encarcelado. El suceso ha sorprendido al servicio penitenciario, que deberá dar explicaciones por lo acontecido.
El activista nacionalista Tommy Robinson, entre otros, ha denunciado que las cárceles en gran bretaña están controladas por células criminales islámicas y que funcionan como centros de reclutamiento y conversión de los criminales al Islam.
FUENTE: The Sun
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