En la localidad de Rendsburg en Alemania, una clase de niños de 13 años de edad, fueron invitados a un paseo a una mezquita, pero el permiso que se los solicitó a los padres no era opcional.
Quienes objetaron o negaron permiso a sus hijos para concurrir, fueron multados por una autoridad educativa local por la cifra de 300 euros.
En un caso en particular se trató del estudiante que se negó a visitar la mezquita. Los padres buscaron dialogar con la escuela, en el entendido de que, como no pertenecen a ninguna denominación religiosa, no se los podría forzar a ingresar a una institución de estas características. «¿Por qué deberíamos llevar a nuestro hijo con personas que generalmente desprecian y condenan a los no-creyentes?»
A pesar de que la constitución alemana les garantiza este derecho, las autoridades estudiantiles, no lo vieron así. Denunciaron a la familia a la policía e impusieron una multa a la madre y al padre del chico.
En la audiencia subsiguiente, no se dió lugar a los argumentos exculpatorios. Además de las multas, los padres podrían estar sujetos también a una visita forzada a las mezquita.
Fuentes: DW, Österreich
