Para la periodista Lejla Colak, el velo islámico que deben llevar por obligación las mujeres se compara con la cabeza de un juguete sexual. Estas palabras de la joven bosnia generaron una oleada de repudios y el comienzo de una campaña en su contra con premios por su muerte o violación.
Colak expresó en su artículo que tanto “llevar una burka, niqab o cualquier otro signo religioso en la cabeza es lo mismo que llevar un cinturón en público”.
A partir de allí la vida de la periodista ha sufrido muchos acosos y amenazas, particularmente desde las redes sociales. Muchos han puesto hasta premios en efectivo por quién se anime a matarla o violarla.
También por correo ha recibido amenazas y pese a las denuncias efectuadas siente cada vez más ataques hasta ser apuntada que es una desgracia para su país y no merece la pena vivir. La periodista se hizo cargo de lo que publicó y entiende que no sea agradable para los fanáticos religiosos.
Fuente: express.com.uk
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