Recientemente fuimos testigos del intolerante tratamiento que la red social le profesó al periodista gay y antifeminista Milo Yiannopoulos, tanto al suspender su cuenta a causa de sus comentarios críticos sobre el islam luego de la masacre de Orlando, como anteriormente, cuando deverificaron su cuenta.
De Silicon Valley a La Mecca
Este hecho sin embargo no es aislado, sino que es una instancia particular de un patrón de conducta que pareciera estar alineado a los intereses islámicos, y en particular, a los de la familia real saudita.
Uno de los principales accionistas de la empresa es el príncipe Alwaleed Bin Talal Bin Abdulaziz Alsaud, un miembro de la familia gobernante en el reino de Arabia Saudita, una situación patrimonial que le garantiza un poder considerable en la definición de las políticas de la compañía, entre ellas, la política de moderación o directamente como en este caso de censura del discurso crítico con respecto al islam.
Esto es algo que no debería sorprendernos si tomamos en cuenta que fué Arabia Saudita quien en la ONU colaboró con el feminismo para promover medidas de censura en las redes sociales.
El Wahabbismo y los vínculos entre Arabia Saudita y el Estado Islámico
Las raíces de la doctrina religiosa aplicada en el Estado Islámico, que permite la realización de las más escalofriantes atrocidades contra «infieles» ( como quemar mujeres vivas en jaulas, o ejecutar homosexuales lanzándolos desde un tejado ) está en el Wahabbismo, la doctrina islámica imperante en Arabia Saudita desde el surgimiento mismo de ese estado.
También es en Arabia Saudita que surge el movimiento terrorista Al Qaeda, que luego dió lugar al surgimiento del Estado Islámico.
Por si fuera poco, recientes publicaciones de emails filtrados por Wikileaks, confirman que Arabia Saudita, así como Qatar, están ambos, «prestando apoyo financiero y logístico en forma clandestina» al ISIS.
Recordemos que en Arabia Saudita:
- El castigo legal para la homosexualidad y el transexualismo, al igual que en el estado islámico, es la pena de muerte.
- El castigo legal para el adulterio femenino de una mujer casada, al igual que en el estado islámico, es la muerte por lapidación.
- El castigo legal para el robo, al igual que en el estado islámico, es la amputación de una mano.
Por lo que, más allá de la espectacularidad y la mediatización del sufrimiento humano que caracterizan al Estado Islámico, la interpretación de la Sharia (ley islámica) de ambos no es radicalmente distinta.
La utilización que hace el Estado Islámico de Twitter
La efectiva utilización de las redes sociales por parte del Estado Islámico ha sido objeto de mucho pseudodebate en occidente. Pero poco y nada se ha hecho para revertirlo.
Cuando hace pocos días comentábamos sobre el hackeo de cuentas de Twitter utilizadas por ISIS con fines propagandísticos, cualquier persona mínimamente curiosa debería haberse preguntado: ¿Cómo puede ser que una empresa estadounidense que suspende la cuenta de un activista antifeminista por criticar al islam, no suspenda las cuentas que el Estado Islámico utiliza para propagandearse? Si uno de los principales propietarios de Twitter pertenece a la misma familia real que financia y brinda apoyo logístico al ISIS, no debería sorprendernos.
Fuentes: Geopolitical Monitor, Middle East Eye, contenidas en el artículo.