Entrevistamos a la Diputada por el Partido Nacional Graciela Bianchi sobre su posición acerca del feminismo, la discriminación judicial contra los varones, la ideología de género y en particular sobre la Guía de Adoctrinamiento Sexual que el gobierno busca implementar en la educación primaria Uruguaya.
¿Cuál es su posición en general respecto a las políticas presentadas por el movimiento feminista en Uruguay?
Yo, como con todo fundamentalismo, estoy en contra, es decir, a mi no me gusta el feminismo, el machismo. Los ‘ismos’ en general no me gustan. Tuve una muy mala experiencia políticamente. Creo que hay que volver a ubicar el análisis de la problemática social en las personas.
Yo soy una defensora de la constitución, en el artículo 72, no solo reconocer los derechos que tenemos por el solo hecho de ser personas, sino que además de todos los que surgieren y no estuvieren expresamente reconocidos en la constitución. Los que están escritos y los que no y siempre con el eje de las personas, de la especie humana, el género es otra cosa.
El caso de la violencia de género está «absolutamente sesgado». «En Violencia Doméstica, el hombre ya es culpable por el solo hecho de ser hombre». Dip. Graciela Bianchi
Pueden establecerse políticas de género como femenino, masculino, como trans o homsexuales, no tengo problemas, pero no pueden establecerse políticas públicas en base a géneros. Para mi el caso más claro, fuera de la guía actual de la sexualidad, es el de la violencia de género que está absolutamente sesgado sobre una sociedad que se dice salvajemente machista en Uruguay, hay que trabajar sobre los problema de género sobre toda la sociedad. En violencia doméstica, el hombre ya es culpable por el solo hecho de ser hombre, pero no solo en general, al entrar en un juzgado de familia especializada en la materia con una sola denuncia que haga una mujer el hombre ya entra como culpable por el hecho de ser hombre, ante lo cual las políticas públicas no debe ser basada en el género sino en la condición humana.
P.L. – ¿Usted quiere decir que, de facto, en los juzgados de familia no está en vigencia la presunción de inocencia, por lo menos para los hombres?
Para nada, ya entran siendo culpables. No entiendo cómo dicen las mujeres o el movimiento feminista que la justicia es machista siendo más del 60% juezas mujeres. No es un problema de género, se quiere usar esa categoría, se puede ser mucho más machista siendo hombre. En general a los ‘hombres machistas’ los educaron mujeres. ¿Dónde esta el limite? Volvemos al principio, a la especie humana.
En los juzgados de violencia especializada no se aceptan pruebas, no se puede ir con testigos ni documentos, solamente la denuncia y la persona que se defiende allí con la palabra.
La ley de Violencia Doméstica actual, ya «da para cualquier cosa». Dip. Graciela Bianchi
Cuando hablamos de la ley de violencia doméstica actual, sobre la violencia psicológica o económica, allí da para cualquier cosa. Yo no estoy de acuerdo con ninguna violencia, la de género, ni la machista, ni la feminista, ni los niños, no estoy de acuerdo con la violencia. Volvemos al género que no puede atravesar una política pública como debe ser el control de las actitudes violentas de la sociedad.
P.L. – A nosotros nos pasa, que es imposible criticar las acciones o políticas que propone el movimiento feminista sin ser acusado por un extremo del espectro político de «ser un defensor de la violencia»
Me acusan a mí de lo mismo, yo creo que los legisladores, a los políticos, les pasa que por no quedar mal o ser políticamente correctos están defendiendo posturas que no son correctas, que no están bien. (opinión similar a la expresada por el Intendente de Durazno, Carmelo Vidalín)
A mi no me importa quedar mal con el feminismo. «La mayoría de las mujeres no están de acuerdo con esos planteamientos». Dip. Graciela Bianchi
Yo creo que los políticos y el Estado en general deben ser docentes. A mí no me importa quedar mal con el feminismo. Yo recorro Montevideo y todo el país y la mayoría de las mujeres no están de acuerdo con esos planteamientos. Ahora, si vas y les preguntas, como las últimas encuestas: «¿Usted considera que la mujer debe estar representada en la fórmula presidencial?» y… te van a decir que si. No es que esté de acuerdo que todos los hombres son machistas, violentos y las mujeres somo libélulas de vida efímera y somos todas geniales o estamos bárbaras.
En materia de la violencia económica, la mujer está en Uruguay emancipada civilmente desde 1946, no solo tiene la patria potestad sobre sus hijos, como el hombre, sino que está emancipada. En España debieron esperar hasta 1978 a que se aprobara la nueva constitución tras la muerte de Franco, en otros países hubo problemáticas, pero no en Uruguay.
Porque la mujer habla de» violencia económica» y no fué a estudiar y trabajar como lo hicimos muchas y tuvimos familia. Es muy fácil ir a los juzgados especializados, que todos los conocen como juzgados de violencia, y allí un planteamiento muy común es que a una mujer «se le hace violencia» porque «se le retacea económicamente los ingresos». Muchas mujeres, diría que la mayoría, estudiamos la que quisimos o pudimos. En Uruguay se pudo siempre estudiar y tenemos nuestra autonomía económica sin tener que ir a los juzgados especializados por el retaceo de los ingresos. A mi estos temas me enojan porque nos desvían el foco de los problemas fundamentales que tiene la sociedad, que si uno los enfoca mal los resuelve mal.
P.L. – En Varones Unidos hicimos un muy brevísimo estudio comparando femicidios con homicidios en general, y son una ínfima minoria. Pero en los medios se presenta muchas veces como si a las mujeres, como dice el feminismo radical, se las estuviera «exterminando». ¿Hay una representación engañosa de esta problemática en los medios?
Si, son una ínfima minoría. Hay mujeres que matan a sus hijos y otras que son procesadas. En estos últimas días creo que fueron dos, por la explotación sexual de sus hijas (más sobre este tema). Por eso creo que lo grave es que al enfocarse mal no se resuelve.
Cambiando de tema: ¿Está de acuerdo con las leyes de cuotas?
No, yo nunca estuve de acuerdo. Ni cuando milité en el Frente Amplio ni cuando me pase al Partido Nacional. Yo nunca hablé con Luis (Lacalle Pou) si iba a ocupar una banca o no, yo me metí a trabajar en política y punto. Creo que eso tiene que hacer la mujer. Hay problemas de horarios, de coordinación de reuniones pero esos problemas son también para los hombres. ¿O desde cuándo los hombres no se preocupan por sus hijos o no trabajan junto con las mujeres en los quehaceres del hogar?. Yo tengo 63 años y viví en este país. ¿Una ley de cuotas en Uruguay? ¿Cuando la mujer votó por primera vez hace 88 años? Que lo puedan decir las españolas o las argentinas, que se pueden divorciar recién desde la década del 70, aquí está esa ley está desde 1911 con la sola voluntad de la mujer y pudiendo tomar el dominio de sus bienes.
«Hay organizaciones con mucha plata que están detrás de esto haciendo lobby» Dip. Graciela Bianchi
Una mujer española hasta la nueva constitución necesitaba la firma del marido para tener una cuenta bancaria y abrir un negocio por su cuenta. Estamos discutiendo cosas que Uruguay resolvió hace 50 años porque hay organizaciones con mucha plata que están detrás de esto haciendo lobby (más información sobre este punto: 1, 2). A mi me preocupa el tema de la violencia, por sobre la violencia de género; cómo resolver el problema de la sexualidad de la especie humana, que lo tiene. Hay que estudiarlo sin enfoque de género y trae aparejados muchos problemas porque lo dice una mujer.
P.L. A veces critican que comparemos los femicidios con los homicidios aludiendo a que la mayoría de los agresores en ambos casos son hombres, y esto es verdad, pero ¿El objetivo es entender y prevenir la violencia o socializar la culpa de los homicidios a todo el sexo masculino y estigmatizarlo?
El riesgo que ustedes corren (y los entiendo) es que se transformen en lo contrario, como el feminismo, con el mismo fundamentalismo.
P.L. Lo tenemos muy claro. Tenemos «el ejemplo de lo que no queremos ser» enfrente.
Sinceramente yo creo que la sociedad en su conjunto de todas las clases sociales, pero sobre todo esa mujer que se tiene que levantar a las 5 de la mañana para ir a hacer limpiezas, que les pagan tres pesos y primero tiene que dejar a sus hijos en las escuelas, ¿está preocupada con la violencia de género?. Si tiene violencia seguro, pero debemos tener las políticas públicas para evitarlo.
¿La mujer trabajadora está preocupada por la ley de cuotas?, yo no lo creo. Dip. Graciela Bianchi
El Mides no tiene un solo refugio para las mujeres víctimas de violencia doméstica, tiene solo una casa de primera acogida con 32 plazas. Esas son las cosas que hay que solucionar. Es más fácil hablar en general de la violencia de género para así justificar lo que no se hace para efectivamente resolver el problema. ¿La mujer trabajadora está preocupada por la cuota?, yo no lo creo. No creo que sea un tema nacional (sino) solo para mujeres de nivel medio para arriba. Yo quiero que todas las mujeres tengan el mismo derecho, al igual que los hombres, si quieren dedicarse a la política, es aplicar el principio de igualdad. Yo no puedo creer que el Uruguay siga discutiendo cosas que resolvió hace 40 a 60 años.
P.L. – Quizás hay otra concepción de igualdad que contrapone a la igualdad de oportunidades que se venía defendiendo con esta igualdad de resultados que se quiere imponer.
Eso es igualitarismo, yo creo que hay que defender el principio de igualdad de oportunidades, de posibilidades, que todos tengamos la misma oportunidad de llegar a hacer lo que queremos y lo que deseamos porque para mi el principio básico rector es la libertad, que solamente se puede limitar por cuestiones de interés general no de corporaciones.
Otra de las cosas por las que no estoy de acuerdo por la ley de cuotas es: ¿Cómo yo le voy a cercenar al ciudadano la posibilidad de votar por el sexo? Me parece un disparate, estamos todos realmente mal. Yo creo que lo que hay ahora no es la igualdad de resultados, sino igualitarismo que es populista, o sea que es tratar de facilitar a la gente de acceder sin contraprestaciones de obligaciones y de sacrificios, como todos los hemos hecho, que es utilizar la igualdad de oportunidades.
A mi me costó ser mujer, madre y abrirme camino en todas las profesiones pero más o menos como a otras personas de mi misma situaciones social. No veo que en el Uruguay deba ser un política transversal ni que sea un eje de discusión tenemos muchas otras cosas que resolver, porque reitero, estas ya las habíamos resuelto hasta que vinieron de afuera a traernos las discusiones de otros países y claro, en una decadencia cultural en la que estamos, en un proceso de desintegración social en el que estamos , todas estas cosas hacen mella.
Sobre la guía de educación sexual: ¿Qué acciones puntuales va a tomar para de alguna forma investigar de qué se trata esta imposición?
Llamar al consejo de dirección central y al consejo de educación primaria porque es el tercer año consecutivo, o hubo algún interregno, pero es la tercera vez que tenemos estos empujes de ideología de género que nosotros cuestionamos.
A mi en el liceo me enseñaron educación sexual, y lo empecé en el año 1966, volvemos a lo mismo, es cierto que el Uruguay nunca resolvió una buena política de educación en la sexualidad, es cierto, como tampoco resolvimos el problema de la educación en general.
Aca la iglesia no es poderosa como en la Argentina que impone su parecer, nosotros tenemos separados a la Iglesia del Estado, en los hechos, desde fines del siglo XIX con Gabriel Pereira, con Bernardo Berro, desde la constitución que entró en vigencia en 1919 que puso texto expreso, acá el Estado está separado de la religión y se consagra la libertad de culto.
«¿Cómo le voy a imponer a los niños que jueguen de determinadas maneras con el otro sexo, que se hagan cosquillas? Estamos todos locos». Dip. Graciela Bianchi
Aca no es un problema religioso. Yo hago hincapié que soy atea. No puede estar atravesado por el tema de género la educación en la sexualidad y mucho menos puede ser aplicado de esta manera impositiva, con mucho autoritarismo sobre los niños de educación inicial y primaria. Primero porque ellos tienen la voluntad de ir manifestando sus dudas, cuando uno sabe educar sabe que en determinados aspectos los niños van manifestando sus dudas, allí es donde los adultos debemos ir interviniendo mientras los vamos formando en aprender a aprender; ahora si yo les impongo una determinada concepción, porque de hecho las maestras, (aunque a esta altura ya no sé, porque las maestras no tienen más autoridad tampoco), por lo menos el referente educativo les impone determinadas guías, concepciones o juegos. ¿Cómo le voy a imponer a los niños que jueguen de determinadas maneras con el otro sexo, que se hagan cosquillas?, estamos todos locos.
Esto es algo que está en el borde del ridículo si no fuera tan problemático porque estamos trabajando con la cabeza de los niños, pero además, en el Uruguay, en la constitución, la responsabilidad de la educación de los menores es de los padres, a texto expreso, en consecuencia, si quieren hacer una política de educación en la sexualidad trabajemos sobre la familia que son las que están fallando.
«Siempre responsabilizamos a lo chiquilines que no estudian, que no aprenden que se drogan cuando estamos fallando los adultos». Dip. Graciela Bianchi
Nosotros hacemos siempre hincapié en los ‘gurises’, siempre responsabilizamos a lo chiquilines que no estudian, que no aprenden que se drogan cuando estamos fallando los adultos, trabajemos sobre la familia, yo allí estoy totalmente de acuerdo. Quiere decir que no se enseñe educación sexual en la primaria o secundaria, si se enseñó toda la vida, pero no con un criterio no de política de género sino con una concepción más biológica, más científica. La transexualidad es biología, es biología, y la homosexualidad es biológica, es biología, además de que haya componente culturales.
Yo me imagino, yo tengo hijos, como dice Esteban Valenti en el artículo que publicó en uy.press, que lo suscribo totalmente. Yo tengo hijos grandes, nietos de 4 años. Los padres tienen una opinión muy parecida a la mía cuando le comenté sobre la guía de educación sexual. Estas cosas invaden totalmente la privacidad, no solamente de la familia, sino del niño que tiene su libertad y su privacidad: ¿Quiénes somo nosotros para inducirlos a determinadas opciones o pobrematizalos cuando ellos todavía no se lo problematizan?.
Quiero que me expliquen otra vez por qué no se dedican a enseñarle a los chiquilines que están saliendo analfabetos, que estamos perdiendo dinero, personal calificado, haciendo proyectos en los que se van miles de millones de dólares para estas cosas que después quisiera verlas aplicadas en la escuela.
Yo recorro liceos y escuelas de todo el país, y no lo digo, si la gente tuviera conciencia de la realidad en la que se está trabajando en la mayor parte, hay excepciones por supuesto, pero la mayor parte de las escuelas públicas yo me imagino este tipo de actividades y digo “no”, estamos realmente mal.
No estamos tomándonos las cosas en serio, en los últimos diez años teníamos mucho dinero y se despilfarro absolutamente todo, porque los resultados son un desastre, excepto la educación tecnológica superior. Estamos dándole otra vez a un tema que ya fue laudado: esto de las guías, con otras guías y la propia recomendación de los materiales de la guía se refiere a materiales del Mides y de Inmujeres de 2006, 2007 y 2008 que ya fueron rechazados.
Recordamos una guía del colectivo llamale H, que presentó el MEC y luego se echó atrás todo el proyecto. ¿Ésta viene de la ONU?
Esta guía está mucho mejor realizada, con gente más capaz. Esta guía sigue políticas internacionales, pero a mi que venga de la ONU no me certifica nada. Precisamente hoy la ONU no se está portando nada bien para lo que fue creada, para la Paz mundial, para lo que está sucediendo en Venezuela y lo que está sucediendo en Medio Oriente no abre la boca (más información sobre esto). O sea, yo la respeto mucho. El Uruguay fue fundador. Me parece genial. Debe seguir existiendo, pero hay políticas que a nosotros no nos conviene como el de control de natalidad, en un país que tiene una demografía como la nuestra, somos una población que no tiene crecimiento vegetativo, no tenemos jóvenes ni crecimiento de la población.
¿El Partido Nacional tiene alguna política pensada para esta crisis demográfica que tenemos en Uruguay?
Es un tema que se ha estudiado mucho se han hechos muchos trabajos y están publicados a través del instituto Manuel Oribe, con conferencias y hay mucha preocupación. Tal vez el origen no sea el que todos quisiéramos pero hay un gravísimo problema con la seguridad social, colapsa el sistema y uno de los problemas que tenemos fundamental es la falta de nacimientos, la demografía.
Es un comportamiento histórico del Uruguay, históricamente por ser un país muy desarrollado en aspectos sociales tuvo un comportamiento de país del primer mundo de hace muchos años, con poca natalidad, pocos hijos por familia. El problema que tenemos ahora es más grave. Los pocos nacimientos que tenemos, o la mayor parte de los mismos, se producen en los sectores sociales más bajos con los cuales se genera una reproducción de la pobreza.