El avance del feminismo militante en los sistemas judiciales del mundo hispano nos regaló una nueva perla. En este caso, la incorporación de los gases, pedos, flatulencias, ventosidades o como quieran llamarle, dentro de la figura de «violencia de género», es decir, sólo cuando es el hombre el que comete esa falta de respeto.
Como la violencia de género solo aplica cuando es el hombre el que la ejerce sobre la mujer, y no viceversa. La mujer, por el contrario, tiene todo el derecho de tirarse un pedo en tu cara, o llamar a la «extinción» del género masculino si lo prefiere. Pero vamos a este caso en concreto.
Un juzgado específico de violencia de género, (como los que el proyecto de ley de violencia de género plantea crear en Uruguay), sancionó con 1 mes de multa a un hombre por tirarse un pedo en medio de una discusión con su pareja. Si. Ya sé. Estás pensando que es joda. Que nuestra fuente es El Mundo Today, pero no. Es en serio. Pasó. Y este juez no tuvo ninguna sanción al respecto.