A pesar del carácter abiertamente sexista y discriminatorio de esta iniciativa, ninguna figura política se ha pronunciado todavía en contra de la misma, por lo que nos vemos en la necesidad de exponer en detalle su incorrección e inmoralidad.
Transmite el mensaje de que la vida de un hombre vale menos
La tipificación del femicido implica en términos generales castigar más fuertemente un asesinato cuando la víctima es una mujer que cuando esta es un varón. Esta medida transmite un mensaje a la sociedad de que la vida de un varón vale menos, algo sumamente preocupante a la luz de los siguientes datos:
- La sociedad espera que sean los varones los que defiendan su vida la integridad del territorio nacional en caso de un conflicto armado.
- La tasa de suicidio entre varones es mucho más alta que entre mujeres.
- La tasa de muertes por asesinatos es 3 veces más alta entre varones.
A pesar de que el derecho a la vida de los hombres es vulnerado con mucha mayor frecuencia, se decide castigar como si fuera un asunto menor, el quitarle la vida a aquellos a los que más se los mata.
El discurso ginocéntrico dominante ignora esta pronunciada inequidad, asumiendo sin pensar que la víctima de la situación es siempre e invariablemente la mujer. Esta tendencia irracional a considerar a las mujeres como víctimas y a los hombres como victimarios, nos lleva a quitarle relevancia a los casos en los que las víctimas son hombres, cuando, si somos iguales ante la ley, el asesinato de un hombre debería ser castigado con la misma severidad que el asesinato de una mujer.
El «Femicidio» es una construcción ideológica
Un argumento que se utiliza para justificar la imposición del «femicidio» se basa en que algunos asesinatos, en los que la víctima es mujer (generalmente cuando el victimario es su pareja), son subjetivamente categorizados por ideólogos feministas como «violencia de género». Estos argumentan que estos crímenes separados subjetiva e ideológicamente en una categoría creada por ellos, son especiales y deben ser tratados aparte que el resto de los homicidios. Esta categorización interesada, se basa en el trabajo del filósofo posmodernista Jacques Derrida, uno de los intelectuales predilectos de la izquierda neomarxista.
Introduce el «Delito de Autor» vulnerando el principio de igualdad ante la ley.
El carácter discriminatorio y sexista de la propuesta se puede mostrar más claramente con un ejemplo: Aprobada la tipificación del femicidio, si una mujer encuentra al marido con otra en la cama y lo mata, eso es un crimen distinto a si un varón encuentra a la mujer con otro en la cama y la mata. A pesar de que ambos cometieron el mismo crimen, el hombre, por su mera condición de tal, sería castigado con más años de prisión. A crímenes análogos, se pretende aplicar definiciones y penas distintas dependiendo del sexo del homicida y su víctima. Esta disposición no podría ser más claramente discriminatoria.
Esto implica además, que la tipificación del femicidio introduce a la legislación uruguaya el «delito de autor«, con lo que se vulnera el principio de igualdad ante la ley.
Por los motivos anteriormente expuestos, alentamos a todos los legisladores uruguayos a oponerse a esta medida.
