En la localidad de Anisacate, en la provincia argentina de Córdoba, un juez subrogante del Juzgado de Paz de Lozada impuso una “medida cautelar provisoria”, a una mujer, con orden de “prohibición y restricción de contacto” hacia su exmarido y la hija.
El varón agredido, de 52 años, denunció a su exesposa por arrojarle agua hirviendo. Este ataque le generó graves quemaduras en la cabeza, espalda y torso, las cuales fueron ratificadas por los médicos que atendieron a la víctima.
Todo habría ocurrido cuando el exesposo concurrió a la casa de la atacante para poner fin a la relación y reintegrar las llaves de la casa. El 35% del cuerpo sufrió lesiones luego que la mujer lo esperara con un balde de agua hirviendo.
Tras recibir las primeras atenciones y curaciones, el varón agredido se instaló en la casa de un vecino. Además, pagó un guardia de seguridad para que custodie la casa y evite represalias de su exmujer hacia la hija de ambos. La agresora se defendió insinuando que iba a robarle y su relato tuvo contradicciones. Tras esto, el juez subrogante Pablo Contreras dictaminó la ‘restricción de contacto’ de la mujer con su hija y exmarido agredido.
