La prevalencia de las denuncias falsas de violencia de género en España, ha hecho a los hombres que atraviesan una separación conflictiva de una mujer, tomar medidas drásticas para evitar ser víctimas de este flagelo.
La difícil tarea de un padre que pretenda conseguir la custodia compartida de un hijo, para de esa manera poder pasar más tiempo él, se encuentra con varias trabas, la más terrible quizás, es la denuncia falsa de violencia de género hacia la mujer o de maltrato hacia su hijo, más que por el efecto sobre la posibilidad de obtener la custodia, por las implicancias sociales y el daño a la reputación de un hombre que implican ser víctima de semejantes acusaciones.
En muchos casos se interpone la cuestión económica, una custodia compartida podría llevar a que la ex pareja reciba menos dinero y se vea desfavorecida en la intención de obtener un rédito con la tenencia de los hijos de ambos.
Ante esta situación, los padres han optado por registrar en video todo el tiempo que comparten con sus hijos así como las contadas interacciones que puedan tener con su ex-pareja. Esta es una tarea extremadamente exhaustiva que ninguna persona debería ser forzada a realidad para conservar su libertad, como hoy son forzados a hacerlo los hombres españoles. El objetivo de filmar todo, es contar con evidencia para enfrentarse a un sistema judicial con «perspectiva de género» feminista, es decir, que invierte la carga de la prueba y en lugar de poner sobre la mujer la responsabilidad de respaldar una acusación, carga sobre el hombre la responsabilidad de demostrar su inocencia.
Esta «perspectiva de género» está siendo impuesta gradualmente en todos los sistemas judiciales de occidente por la burocracia globalista a través de organismos internacionales y ONGs feministas. En Uruguay tiene incluso respaldo legislativo en la controversial Ley Integral de Violencia de Género.
FUENTE: La Voz de Galicia