El ex-empleado de Google que saltó a la escena pública luego de ser despedido por elaborar un compendio de evidencia científica que desbarata la ideología de género, ha iniciado una demanda colectiva que pretende agrupara todos los empleados y ex-empleados de Google discriminados por las políticas de discriminación impulsadas por la academia neomarxista y aplicadas por Google.
Acoso y discriminación a empleados por sus opiniones políticas
La demanda, aspira a representar a los empleados de Google discriminados por ser caucásicos (blancos), varones, o ser percibidos como «conservadores» por el management de la empresa. Indica que Google ha señalado, maltratado, castigado sistemáticamente y despedido a trabajadores por expresar opiniones distintas a la «corrección política» impuesta en la empresa mediante la colocación de activistas neomarxistas en posiciones gerenciales.
Prácticas ilegales de discriminación contra hombres y caucásicos.
La demanda describe:
«cuotas ilegales de contratación para llenar los porcentajes de mujeres y minorías privilegiadas, así como prácticas de humillación abierta contra encargados de unidades que no cumpliesen con esas cuotas, denigrando también abiertamente empleados varones y caucásicos como menos favorecidos que otros»
Misandria corporativa
Otra parte de la demanda presentada, denuncia que la mera presencia numérica de mujeres en los equipos de trabajo era celebrada, sin atención alguna a los méritos del trabajador, mientras la presencia de varones y caucásicos, era abucheada abiertamente en las reuniones de trabajo.
Potencial impacto en la empresa
Esta demanda tiene el potencial de efectuar un profundo daño a las finanzas de la compañía, tanto directa como indirectamente mediante el daño a las relaciones públicas de la empresa, cuya percepción a los ojos del público, se ha tornado menos favorable luego de acusaciones de privilegio a la ex-candidata demócrata Hillary Clinton, durante la campaña electoral que desencadenara en la elección de Trump.
Perspectivas de éxito
Gracias a la victoria de Trump, el poder judicial estadounidense se salvó de la «deconstrucción» neomarxista del estado de derecho que vendría asegurada con la mayoría de izquierdas en la corte suprema.
Esta permanencia de la mayoría fiel al espíritu original de la constitución americana, en lugar de una izquierda que propugnaba una interpretación creativa de la misma que le permitiera suspender las protecciones constitucionales al derecho a la libertad de expresión y el porte de armas, permite hoy un auspicio positivo a la demanda impulsada por James Damore.
Texto completo de la demanda: https://es.scribd.com/document/368688363/James-Damore-vs-Google-Class-Action-Lawsuit