Justin Trudeau, presidente neomarxista canadiense, está acusado por abuso sexual pero su caso no ha sido tenido en cuenta por las feministas, quienes ignoran las palabras de la mujer que, en el año 2000, sufrió el acoso del hoy primer mandatario de Canadá.
El suceso que aconteció en el festival de música en Creston, hace dieciocho años, no parece ser merecedor de un momento #MeToo. Las feministas han hecho caso omiso a estas acusaciones a un político que es afín a su ideología de género.
Trudeau ha negado la existencia de estos actos, pese a encontrarse en la edición del medio local perteneciente al 14 de agosto de 2000. Bajo el hashtag #MeToo se generó un debate internacional sobre los varones con autoridad y el acoso sexual, sin embargo, aquellos acusados que están a favor del neomarxismo han conseguido el silencio de las feministas, para no perder peso político.
FUENTE: National Post
