El gobierno francés ha vetado el intento del feminismo y la extrema izquierda para imponer el uso de una versión ideologizada del lenguaje francés en los documentos públicos.
El primer ministro francés Edouard Philippe, dejó de utilizar las grafías alternativas propuestas por universitarios neomarxistas: «diputado.a.s» entre otras.
Las feministas habían intentado imponer en las escuelas un manual de uso de este «lenguaje inclusivo» que generó un fuerte rechazo por parte de lingüistas que desde la Academia Francesa lo describieron como una «aberración».
Más información: El Observador