El año pasado, los principales medios masivos de comunicación hicieron eco de la protesta que Emma Sulkowicz, feminista y estudiante estadounidense hizo, cargando un colchón a través de su campus universitario, para llamar la atención sobre la «violación» de la que declaraba haber sido víctima.
Acusaciones falsas
A medida que se investigó el asunto, resultó que esta mujer era quien estaba acosando a su supuesto agresor, mediante mensajes privados subidos de tono. Las acusaciones de Sulcowicz terminaron con su acusación de violación completamente desacreditada y su universidad demandada exitosamente por no haber protegido correctamente la reputación del chico falsamente acusado de violación.
Operación de prensa
Entre organizaciones masculinistas norteamericanas, se interpreta este caso como una operación de prensa diseñada por el lobby feminista demócrata para perpetuar el mito de la epidemia de violaciones en cámpuses universitarios, el que también se sostiene en base a estadísticas truchas en las que cualquier contacto – en ocasiones incluso una mirada – de contenido sexual es interpretado como un caso de violación.