En el local de la organización dedicada a la atención de personas con problemas de adicción, un hombre comenzó a golpear a una mujer luego de discutir con ella.
La víctima, Luis Silveira, pretendió intervenir en defensa de la mujer, generándose una trifulca.
En medio de la gresca Silveira recibió múltiples puñaladas que acabaron con su vida y cuatro de los participantes en la trifulca sufrieron heridas leves de arma blanca de diversa entidad.
El oculto patrón de sacrificio masculino por las mujeres
Este caso se suma a varios más ocurridos recientemente en los que hombres resultan muertos por intervenir en defensa de la vida o la integridad de una mujer. Como denunciamos ya en VU, estos mártires de la defensa de la vida de las mujeres sin embargo son ignorados por el movimiento feminista que hasta el momento no les ha ofrecido el menor gesto de agradecimiento.
Este desagradecimiento demostrado por el movimiento feminista y en cierto grado la sociedad en su conjunto se enmarca en el patrón de comportamiento sexista-misándrico conocido como «desechabilidad masculina» que implica una valoración social menor para la vida y el sufrimiento delos hombres. El nombre de la ONG nos recuerda lúgubremente que «la vida vale» pero los hechos nos confirman que no todas las vidas valen igual.