El feminismo es notorio por sacar de contexto las cifras y plantearlas como algo terrible. Como bien lo puntualiza Agustín Laje en esta nota. El feminismo adora repetir ad nauseam la cifra rimbombante de que muere una mujer cada 30 horas en Argentina, pero opta por omitir que un hombre muere asesinado cada 3 horas.
Como publicamos hace algunos días, los datos en Uruguay no distan mucho de esto. Según cifras oficiales del Ministerio del Interior, el 79,5% de las víctimas de homicidio son varones.
En España la situación no es diferente tampoco. En la siguiente gráfica se puede comparar gráficamente la incidencia de los femicidios respecto de otras causas de muerte. Queda en la conciencia de cada uno determinar si la cobertura que se realiza desde el establishment mediático refleja la realidad que muestran estos datos, o si como planteamos en repetidas ocasiones, se está generando una histeria infundada y peligrosa sobre la dimensión de este problema.
No es el caso que el problema de los asesinatos de mujeres no exista, o que no haya que prestarle atención. Hay que hacerlo pero en la medida en que la realidad lo justifica. Por eso no creemos justo que ocupe el lugar que le corresponde a otros problemas con una mucha mayor incidencia pero que se ven prácticamente invisibilizados por la insistencia de los medios, en machacar la narrativa sembrada por el movimiento feminista que pone a las mujeres como víctimas y estigmatiza a los hombres como victimarios y opresores, sirviendo a objetivos que en definitiva responden una ideología política de extrema izquierda y no a una preocupación genuina por prevenir estos hechos de sangre.