Estudiantes de Universidad Nacional sufren ataques del adoctrinamiento neomarxista

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La Universidad Nacional de Comahue, ubicada en la provincia argentina de Neuquén, ha quedado en la mira luego de una serie de ataques de libertad a la expresión, sobre quienes tienen una mirada a favor de la vida. Un grupo de feministas ‘atacó’ los graffitis y la exposición de pañuelos celestes que se encontraban en el centro educativo.

Entre los estudiantes que formaron parte de esta iniciativa y sufrieron el encono de las feministas pro-aborto, hubo quienes no quisieron dejar pasar por alto esta situación y dialogaron con nosotros para explicarnos la situación vivida. Dámaris Sánchez, una de jóvenes que sufrió la violenta intervención de las abortistas nos contó sobre el momento del ataque que se viralizó.

¿Cómo fue la situación vivida?

Lo que pasó ayer a la noche, el ataque sucedió el pasado tres de junio, fue que  unas chicas quisieron borrar la única expresión a favor de la vida qué hay en la universidad del Comahue,  la cual se muestra en favor del proyecto de ley no representando así a muchos estudiantes. La universidad tomó una posición ideológica porque nadie ha tenido el coraje de hacerse ver como que estamos en contra. Nosotros queremos demostrar que también existimos y también necesitan representarnos a nosotros las autoridades.

¿Cómo es el contacto con la universidad?

No nos han escuchado porque hemos hecho mucho silencio. Varios de nosotros evitamos la confrontación pero a la larga eso ha hecho que nuestras autoridades no nos teman ni tengan en cuenta a causa de nuestro orden. En cambio a los que salen a pintar paredes y hacer daño sí los escuchan. Debo decir que me harté de hacer lo “políticamente correcto” cuando hay gente todos los días que defiende a cuatro vientos un delito que no es condenado en nuestro país como corresponde. Me harté de buscar quedar bien con todo el mundo. Lo que hicieron fue tratar de silenciar la voz de muchos borrando esa expresión, y solo fueron 3 moscas muertas.

Anteriormente, el martes 28, habíamos realizado una intervención con carteles y cintas celestes. Todo resultó arrancado, en parte, aprovechando un asueto en el marco de la nueva presentación del proyecto.

¿Fue un grupo identificado el que atacó sus expresiones en defensa de la vida?

No fue un “grupo de personas alteradas” como yo esperaba que sucediera. Sabía que iban a sacar todo lo que habíamos puesto, ya que empapelamos toda la facultad. Vamos a ir a pintar de nuevo, vamos a hacer un mural porque es nuestro deber hacernos notar. No toda la gente está de acuerdo con defender un delito, como para tomarse el atrevimiento de vestir a la universidad del comahue de esos colores.

Las que trataron de borrar nuestra intervención primero dijeron que no tenían ninguna postura pero que el graffiti les representaba una “aprehensión personal”; mientras que luego dijeron que en realidad eran pro aborto. Ellas se molestaron por  ver la expresión de los que piensan distinto, y nosotros como ingenuos pensamos en buscar acuerdo. Ellas se quejaban del “daño causado por rayar una consigna política “, cuando está toda la universidad llena de consignas políticas y personas haciéndose escuchar. Somos nosotros los que molestamos, al ver no tienen el camino libre. No hay acuerdo cuando estás tratando con gente que defiende la muerte de los hijos de todas como un estilo de vida. No hay que dejar de manifestarnos ni  dejar de remarcar que los valores de la sociedad en su mayoría son otros. No nos quedemos tranquilos si realmente nos importa el futuro de nuestro país.

¿Qué opinión tienen de este grupo y el planteamiento a futuro?

Personalmente me sorprendí de que durase tantos días, pensé que iban a arrancar todo violentamente, como lo hicieron, pero mucho antes. Esto nos hace saber que somos más y que la gente que tiene aquella postura en realidad es la minoría . Por eso hay que movilizarnos más, jugársela por defender la vida más que nunca porque de lo contrario, dejar que el silencio triunfe es dejar que gane la muerte, que sostiene un negocio millonario que quiere hacerse lugar en nuestro país. Hay que defender nuestros valores porque la Argentina por la que peleamos hoy es la que un día va a representar a los que vienen. No queremos que todos aquellos sean negados  primeramente del derecho a la vida. Somos un grupo de alumnos de la Universidad Nacional del Comahue que decidió alzar la voz y decir que no pertenecemos a la hegemonía que intenta imponerse.

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