El vandalismo y la violencia política perpetrada por grupos de manifestantes encapuchados y totalmente vestidos de negro es la «marca» de los extremistas neomarxistas y anarco-comunistas de Antifa, recientemente catalogados como grupo terrorista doméstico por el FBI.
Autodenominados como «antifascistas», aplican paradójicamente las mismas tácticas de control del discurso político utilizando la intimidación mediante la violencia, una táctica tradicionalmente identificada con el nacional-socialismo en la incepción del tercer reich.
Una investigación periodística reciente, que incluyó la infiltración de células activas del movimiento, permitió verificar que los extremistas llevan consigo objetos cortantes para apuñalar y rifles de asalto AK47 al atacar las protestas de sus enemigos políticos para impedirles el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión y pensamiento.
Fuente: Lowderwithcrowder.com