Una joven denunció haber sido violada por una pandilla de islamistas, su caso no tuvo repercusión en las autoridades y fue ‘obligada’ a no mencionar la etnia de los atacantes al momento de expresar el suceso acontecido contra su persona.
Con 13 años, sobreviviente de una violación grupal
Emma, la sobreviviente de esta violación grupal, comentó en declaraciones a una radio local que la propia policía la acusó de racista una vez que dió a conocer los nombres de sus atacantes. Además le solicitaron que no haga comentarios “sobre el origen étnico de los autores”.
El sistema la dió la espalda
La joven violada se sintió silenciada, desde la propia justicia que tenía que defenderla, al ser acusada de racismo y silenciada de mencionar el grupo étnico que la atacó. Esta situación llevó a que sintiera que tal vez los autores tenían razón y que el problema era ella.
Tras la violación, que ocurrió cuando la menor todavía era virgen, comenzó un chantaje y hostigamiento por parte de la banda de musulmanes que incluyó amenazas a sus familiares. Las adolescentes inglesas víctimas de violación y explotación sexual por parte de musulmanes en inglaterra se cuentan en miles, siendo el caso más notorio el de la localidad de Rotherham, donde más de 1400 chicas de edad liceal fueron víctimas de estas tácticas criminales por parte de islamistas, crímenes frente a los cuales las autoridades policiales han admitido no haber intervenido por temor a ser calificados como islamófobos.
FUENTE: Breitbart