El animal doméstico por excelencia en varios países europeos, hablamos del perro, es objeto de ataque de los migrantes musulmanes. Los refugiados han solicitados que sean prohibidos “por respeto al Islam” y, en muchos casos, se han encontrado canes envenenados.
Para la tradición islámica, el perro es un animal indigno e impuro, la creciente oleada migratoria ha generado muchos inconvenientes con los ciudadanos locales por este animal utilizado como mascota. Inglaterra, al igual que otros países europeos, viene sufriendo la matanza indiscriminadas de perros.
Los musulmanes vienen exigiendo la prohibición de la circulación de perros en las zonas frecuentadas por ellos, al considerar que ‘violan su libertad religiosa’. Esta situación ha generado que muchas personas, dueñas de perros, teman en salir a la calle a pasear a sus mascotas por ataques que se han dado de parte de migrantes musulmanes. Las problemáticas siguen creciendo en el Viejo Continente con la apertura de las fronteras hacia los refugiados migrantes.
FUENTE: CasoAislado