Revisando los mensajes que nos llegan a través de las redes sociales, los que lamentablemente no estamos dando abasto para responder en fecha, me encontré con un mensaje de una chica, Valentina, en la que denuncia con una captura de pantalla que un usuario intentó instigar una campaña de «denuncia y spameo masivo» contra la página de Facebook de Varones Unidos.
Ciberabuso contra integrantes de Varones Unidos
Valentina nos pidió mantener en secreto su identidad y así lo haremos, pero no todos quienes estamos detrás de VaronesUnidos podemos escudarnos en el anonimato, algunos teníamos que dar un paso al frente y dar la cara por el resto y es algo que nos ha venido costando un precio. Más allá del constante abuso que recibimos personalmente desde las burbujas de autoritarismo de izquierda que pululan en las redes sociales, algo que con tener la piel emocional gruesa que como varones nos corresponde alcanza para neutralizarlo, otras consecuencias se han vuelto una molestia. Personalmente voy por la cuarta cuenta de Facebook que me veo forzado a abrir ya que el algoritmo de Facebook censura en base al feedback de la comunidad y no en base a si el contenido contradice o no sus normas, como se pudo comprobar con la reciente censura al tren con retraso. No compartimos la evidencia de este ciberabuso porque sería «alimentar a los trolls».
Campañas de censura a Varones Unidos
Esta no es la primera vez que se destapa una campaña similar para silenciarnos. En Marzo, con la primera aparición de Varones Unidos en televisión abierta, en el programa Todas Las Voces, y con la enorme repercusión de la entrevista realizada a Mercedes Vigil, se registró un nuevo pico de comentarios abusivos en las redes contra nosotros, contra el equipo Todas las Voces, incluyendo personalmente a su conductor Daniel Castro y contra la propia Mercedes Vigil.
En el caso de Todas Las Voces, se orquestó una campaña en Twitter para dejar de seguir masivamente a Daniel Castro por el mero hecho de invitarnos al programa. Cabe aclarar que a éste también estaba invitada una representante del feminismo a la que se le dió el mismo espacio que a nosotros.
¿Por qué buscan silenciarnos?
¿Por qué, si es que nuestras ideas son tan «extremistas» y «machistas» como dicen, estas hordas posmodernas temen tanto que sean interpeladas en un debate público? Si fueramos tan repugnantes, lo que deberían buscar es mostrarnos tal cual somos y nuestro apoyo popular se desvanecería. En cambio lo que hacen es buscar suprimir nuestras ideas porque uno tiende a pensar que en el fondo temen ser ellos a los que, fuera los espacios seguros en los que se radicalizan, inspiran un rechazo visceral con su arrogancia posmointelectual, la hipocresía de su moralina «progresista», y el hábito de agredir a todo el que no quiera vivir sometido a ella.