Varios grupos e instituciones estatales manejadas por jerarcas neomarxistas, continuando con la tradición comunista de luchar contra el fascismo en la música han alertado a padres cuyos hijos escuchen heavy metal, sobre el riesgo de que sean neonazis.
Entre ellas la policía de Calgary lista los siguientes signos de que tu hijo adolescente puede «pertenecer a un grupo de odio» (o sea, demostrar un dejo de rebeldía adolescente frente a la hegemonía cultural feminizante y castradora del neomarxismo):
- Cambia su grupo de amigos y se queda hasta tarde afuera. ( Podría estar teniendo relaciones heterosexuales, ¡la revolución nos libre! )
- «Violencia o comportamiento reservado» (¿Qué tiene que ver la violencia con reclamar privacidad?)
- Hostilidad o desobediencia. (Ser adolescente, básicamente)
- Grafittis «racistas» o garabatos. (Excepto el racismo anti-blancos porque ese es políticamente correcto)
- Escuchar música alta y pesada con letras violentas.
Entre otras preocupantes señales de que tu hijo puede todavía tener un poco de testosterona en la sangre y un germen de libertad adentro.