La pareja modelo del filantropismo corporativo descarriló según anunció la pareja a los medios. La tentación de saquear impunemente la fortuna de sus esposos que le da a las mujeres la legislación de divorcio impuesta a todo occidente en el siglo XX, volvió a ser irresistible para la codicia femenina
Bill y Melinda Gates
La pareja del fundador de Microsoft ha sido desde hace décadas mostrada desde los medios como un modelo a seguir.
El leitmotiv de la imagen pública de esta relación, ha sido un refuerzo de los tropes emasculatorios en que se ha basado desde mediados del siglo XX la propaganda interna de occidente, dirigida por su élite financiera para el mejor sosegamiento de las masas que existen bajo su égida: El billonario «simpea» con resignación a su mujer desconocida y sin talento, participándola de sus iniciativas (filantrópicas o no tanto) y realzando desinteresadamente su figura pública para acabar traicionado y objeto del saqueo de su fortuna.
Traición y recompensa
Actualmente la mujer más rica del mundo, no es una gran empresaria ni política ni integrante de la nobleza europea; es Mackenzie Scott, la ex-mujer del multibillonario fundador de Amazon Jeff Bezos, quien a una edad similar decidió apretar el gatillo y abandonar el matrimonio, lo que le granjeó la mayor retribución económica jamás concedida por el sistema legal a una mujer, entre las que se cuentan 20 millones de acciones de las 80 millones de acciones de Amazon, un cuarto de las que Bezos poseía al momento del divorcio, lo que hoy valdría US$ 66.000.000.000.
Si bien Bill Gates no posee una fortuna tan grande como la de Jeff Bezos es ciertamente comparable. Si Melinda Gates logra un acuerdo similar al de Mackenzie Bezos, y se apropia con la complicidad del sistema legal del 25% de la fortuna de Gates, se estaría embolsando US$ 32.000.000.000 para lo que solo debió traicionar la confianza de su marido.