Hace cuestión de días, se desató un completo escándalo en EEUU al viralizarse en las redes sociales el secuestro de un hombre blanco discapacitado mental por una pandilla de racistas negros que lo humillaron y golpearon transmitiéndo el ataque en vivo por Facebook Live.
El ataque dejó en evidencia la reticencia, instalada por la academia neomarxista, de medios e instituciones gubernamentales a reconocer el ataque como un crímen de odio.