En Estados Unidos está teniendo epicentro una fuerte campaña en contra de los medios alternativos, que han ganado inusitada confiabilidad y prominencia al proveer noticias sin el filtro de la corrección política que aplican los medios tradicionales.
El neomarxismo americano, identificó como la causa de su derrota a manos de los republicanos a la prominencia de estos medios alternativos (Breitbart.com, Infowars.com, etc.), que operan en gran medida por fuera de los círculos de la élite social americana.
La reacción del neomarxismo no se ha hecho esperar, lanzando una campaña coordinada en contra de estos portales, que apunta a estigmatizarlos como «Fake news» (noticias falsas).
Ataques a la libertad de expresión en Twitter y los medios tradicionales.
Como no podía ser de otra forma, la campaña comenzó en Twitter, con la suspensión de cuentas influyentes de la derecha alternativa, siguiendo una lista negra elaborada por una asistente académica feminista.
Los medios tradicionales han hecho eco del tema, y pretendido generar hipócritamente una percepción infundada de que los medios alternativos publican noticias falsas, cuando los emails de Wikileaks develaron ya la colusión entre los medios tradicionales y los políticos americanos neomarxistas para montar operaciones de prensa, y ocultar verdades inconvenientes cuya principal via de escape hacia el público han sido estos medios alternativos digitales que ahora pretenden censurar.
Llamado a la censura de Internet en el encuentro Obama – Merkel.
Hace pocos días, el presidente demócrata, de Estados Unidos, Barack Obama, como reportamos previamente, se reunió con la canciller neomarxista de Alemania, Angela Merkel, emitiendo un llamado conjunto a censurar Internet.
Merkel, la mandataria alemana se encuentra en un complicado aprieto político, siendo fuertemente criticada por las consecuencias de su política de adopción irrestricta de migrantes musulmanes que ha traido penosas consecuencias a la población nativa alemana (violaciones y ataques sexuales masivos, agresiones físicas callejeras, robos, saqueos de comercios, y atentados terroristas).
Estos migrantes fueron retratados invariablemente como «refugiados sirios» por los medios tradicionales, pero que en el grueso de los casos (como otros países se han percatado), se trata de participantes de una Hégira (término musulmán para describir una invasión a través de la migración).
La narrativa impulsada desde los medios sin embargo ha tenido muy poco éxito, cuando los hechos de violencia y ataques sexuales se suceden periódicamente y a una escala inusitada.
Ante el cepo mediático impuesto por el gobierno de Merkel a la cobertura de hechos de violencia protagonizados por los migrantes musulmanes contra la población local, la gente común y corriente se ha volcado a Internet, a los portales alternativos de noticias que ahora se pretenden censurar y las redes sociales que en Alemania, fruto de un acuerdo entre Merkel y Facebook, ya están parcialmente censuradas y monitoreadas por la polícía del pensamiento alemana. Ésta ya ha realizado allanamientos en las casas de particulares por el simple hecho de haber comentado negativamente sobre la política migratoria de la canciller.