Hace algunos días, tuvo lugar en Montevideo un episodio casi cinematográfico, un hombre se atrincheró en una joyería céntrica tomando como rehén a una señora mayor, quien fue luego liberada, entregándose el hombre a las autoridades.
El hombre habría alegado problemas familiares como disparador de su asalto a la joyería y eventual toma de rehenes.
Comunicamos a la opinión pública que:
Como Hermandad por una #MasculinidadPositiva, lamentamos el episodio ocurrido, rechazamos todo tipo de violencia o actividad delictiva así como el intento de utilización política de esta desgracia contra algunas organizaciones sociales.
¿A qué nos referimos con este último punto?
Primero, se publicaron en Twitter una fotografía del hombre con una lista de un partido político de impronta tradicionalista y otra con un cartel declarándose en defensa de los derechos del niño.
Luego trascendieron fotos del hombre participando en reclamos de grupos de padres por el derecho de sus hijos a contar con ellos en sus vidas.
Después, militantes del feminismo hegemónico han pretendido responsabilizar del hecho a organizaciones sociales locales de varones y padres de familia, siendo que, a diferencia de la militancia feminista radical, siempre nos hemos movido en el marco de la legalidad y el discurso civilizado, condenando todo hecho de violencia o acto delictivo.
Activismo mediático y feminismo hegemónico
Las visiones del feminismo hegemónico, es importante entender que son las dominantes actualmente en Uruguay y que han sido impuestas sobre nuestra sociedad por poderosos intereses extranjeros utilizando de forma aparentemente coordinada la influencia de organismos internacionales, la presión diplomática de potencias extranjeras, instituciones financieras internacionales, redes globales de ONGs con presupuestos multimillonarios, la censura en redes sociales, y la inyección directa de fondos a activistas y políticos Uruguayos con el objetivo de dictar desde el exterior el resultado de procesos legislativos en nuestro país y el rumbo general de las políticas sociales de nuestros gobiernos, pasando por encima de la voluntad de nuestros ciudadanos, la independencia y representatividad de nuestra humilde república.
La reacción de la gente
A pesar de su intención, la respuesta de la gente ha sido la de tomar la vinculación a nuestra actividad como una demostración de un lado positivo del carácter de esta persona que si bien cometió un crimen por el que deberá enfrentar a la justicia, ya había demostrado también un lado humano, al solicitar los medicamentos que necesitaba la persona que había tomado como rehén además de sacrificarse al punto de encadenarse frente a un juzgado por garantizar el bienestar de sus hijos.
La importancia de las organizaciones sociales
La resolución pacífica de este episodio, a través de la mediación de un abogado de la organización Familias Unidas por Nuestros Hijos, demuestra la importancia de organizaciones sociales como las nuestras en el soporte y apoyo a hombres en situaciones críticas, y cómo puede repercutir positivamente para la resolución de conflictos un enfoque de la masculinidad no sobre la base de la estigmatización y el desprecio, sino de la valorización, el respeto y la empatía.
