Según una nueva declaración del Servicio de Fiscalía de la Corona de Inglaterra, negarse a financiar la transición de género de tu pareja ahora se considera un caso de abuso doméstico.
En una decisión que ha generado un amplio debate, el Servicio ha declarado que negarse a proporcionar apoyo financiero a la transición de género de un compañero íntimo se puede clasificar como una forma de violencia doméstica.
Esta posición se enmarca en la campaña global para promover y normalizar las operaciones de cambio de sexo como un paso más allá de lo que el feminismo busca (ocupar los roles de género del sexo opuesto).
Activistas trans aplauden esta nueva interpretación de la violencia doméstica.
Pero la sociedad en general y en particular los hombres, tenemos que entender que es un insulto en nuestras caras que los intereses detrás del lobby trans estén sumando al horror emocional de tener que tolerar que tu mujer decida que de ahora en adelante mutilará sus genitales, el ser legalmente obligado a pagar por ello.
Esta nueva afrenta del poder a los hombres demuestra la importancia de la organización política de los varones como requisito fundamental para volver a ver nuestros intereses defendidos en la esfera de lo público.