En las audiencias realizadas por el asesinato de Lucio Dupuy, de 5 años de edad, a manos de las responsables de su cuidado, se presentaron muchas evidencias y más de 100 testigos prestaron declaración.
Según la opinión de los fiscales del juicio, ya quedó establecido que Lucio sufrió torturas y maltratos durante muchos meses y que las acusadas —Magdalena Espósito (la madre de Lucio) y su novia, Abigaíl Páez— son las responsables de tales actos.
A estas mujeres se las acusa no solo de matar a Lucio en un largo tormento, sino también de abusar sexualmente del chico, con lesiones encontradas en la autopsia tanto históricas como recientes.
Ambas acusadas declararon ante el Tribunal de Santa Rosa, sin responder preguntas, para dar su versión de los hechos. Esta versión contradice la gran cantidad de evidencias que los investigadores han recolectado.
Por ejemplo, en sus declaraciones las acusadas no se refirieron en ningún momento a los abusos sexuales, mordidas, quemaduras de cigarrillos ni los golpes detectados durante la autopsia del chico.
Las escalofriantes declaraciones de la madrastra
En cambio, las acusadas aprovecharon su derecho a defenderse para justificarse y echar culpas. Abigail Páez, la madrastra de Lucio, declaró:
“La verdad que nunca en mi vida viví una situación así, ni hubiera querido matarlo ni lastimarlo. Simplemente, no sé qué me pasó, me enojé porque él estaba haciendo cagadas, vivía siempre haciendo cagadas como cualquier nene, pero eso no quería decir que fuera malo o que se lo viviera cagando a palos como se está diciendo. No eran así las cosas. Él era un nene que tenía una vida normal y feliz”.
Además, la madrastra de Lucio habló, en su relato, de “correctivos”:
“No me imaginé nunca que esto pudiese llegar a pasar, ni era mi intención tampoco. Sé que hice mal las cosas y que no se justifica una violencia, para nada, de ningún tipo. Y sí, reconozco que se le daba un correctivo cuando él hacía cagadas, pero no era una cosa como están queriendo hacerlo ver…”.