En la conocida novela de George Orwell, 1984, el superestado que dominaba cada aspecto de la vida de las personas había impuesto un nuevo lenguaje plagado de palabras cargadas, deliberadamente confuso, contradictorio, y ambiguo.
La obsesión del feminismo y del neomarxismo en general por controlar el lenguaje, lo ha llevado a inventar y redefinir términos para que sirvan a su objetivo de controlar mediante el lenguaje nuestra forma de pensar.
Breve glosario para comprender mejor al feminismo y la ideología de género:
Para facilitar la interpretación inteligente de estos términos decidimos crear este breve diccionario, que iremos actualizando periódicamente:
Género: Concepto inventado por la academia neomarxista para dislocar los aspectos biológicos de la sexualidad humana de los aspectos sociales. La ideología de género se vale de este concepto para justificar y promover los sentimientos de rechazo hacia el cuerpo propio.
Heteronormatividad: Concepto inventado por la academia neomarxista para sancionar socialmente la natural tendencia a la heterosexualidad de los seres humanos.
Machismo: Para el feminismo el machismo no es la creencia en que el varón es superior a la mujer, como toda persona pensante y ajena al culto lo entiende, sino toda expresión de virilidad o carácter tradicionalmente masculino.
Patriarcado: Palabra utilizada por el feminismo neomarxista para convertir las ventajas puntuales que los hombres tienen sobre las mujeres en algunos ámbitos, en prueba de una opresión sistémica.
Violencia de Género: Concepto inventado por la academia neomarxista para justificar el tratamiento especial a las víctimas de sexo femenino. El concepto se justifica sobre la premisa falsa de que la mujer siempre está en condiciones de inferioridad respecto al varón. (Más detalles: 1, 2)
Lenguaje de odio: Término que se utiliza para sancionar toda expresión certera de opiniones contrarias al dogma neomarxista.
Ciber-abuso: Toda crítica a los dichos de una feminista en las redes sociales.
Micromachismos: Cualquier acto de caballerosidad, galantería, o expresión de la naturaleza masculina, incluido respirar.