La nota (no firmada) del periodista Martín Prato que publicó el Semanario Búsqueda en su última edición, mencionando a Varones Unidos y A Mis Hijos No Los Tocan como convocantes al acto del 8M en Plaza Gomensoro, está salpicada de omisiones sugerentes y alguna que otra falsedad.
Reforzando la narrativa Feminista
La nota de Prato, se lee más como un folleto propagandístico exaltando la fantasía épica de la revolución para niñas del movimiento feminista en todo su derroche globalista de dineros públicos frente a la sencilla, estóica y Uruguaya realidad del acto en la Plaza Gomensoro. Un fuerte, duro contraste con el nivel de periodismo que personalmente espero al abrir las páginas de Búsqueda.
El artículo comienza afirmando que en la marcha feminista había 300.000 personas, cuando un simple cálculo como el realizado por el astrónomo Gonzalo Tancredi, prueba que esta cifra es una exageración bombástica, estando la cifra estimada por especialistas en el entorno de las 25.000 a 30.000 personas. 10 veces menos que la cifra difundida por el semanario.
La «comunicación» posmoderna del movimiento feminista
La cifra de 300.000 personas fue adoptada por consenso como estimado propagandístico de la concurrencia a la edición 2017 de la marcha del 8M. A pesar de que era obviamente un disparate, y la concurrencia real a esa marcha también fue sustancialmente menor a esta cifra, el movimiento coordinó esfuerzos para repetirla hasta que por perseverancia más que evidencia terminara sonando familiar si bien aún no completamente verosímil.
La práctica de buscar imponer una cifra independientemente de cuál es la cantidad de personas que en realidad haya concurrido a la marcha es coherente con el relativismo epistemológico de la ideología posmodernista que informa al movimiento feminista actual, de acuerdo a la cual la realidad fáctica, los hechos, son irrelevantes. Lo único real, según esta ideología es la creencia subjetiva. Ésta es la misma escuela de pensamiento que se utiliza para justificar que si un hombre cree ser mujer, o un helicóptero apache, todos debemos tratarlo como mujer o como helicóptero apache, formando parte de lo que se denomina en términos generales ideología de género.
Estimados de convocatoria en la marcha 2018
Este año, ni bien se realizó la marcha, cuentas relacionadas a organizaciones convocantes, como la de Andrea Tuana, líder militante feminista y directora de la ONG El Paso, difundió el estimado de 400.000 personas.
Para que se tenga una dimensión del disparate de este estimado, para que esto sea cierto, suponiendo generosamente una población de 2 millones de personas en Montevideo y la Zona Metropolitana 1 de cada 5 Montevideanos, contando niños y ancianos, debería haber concurrido a la misma para que este estimado fuera cierto.
Al comenzar a conocerse las imágenes de la marcha con multitud de claros y una evidente reducción respecto a la convocatoria del año pasado, este estimado no se volvió a manejar sino informalmente.
Representación deshonesta de la concurrencia al evento de la Plaza Gomensoro:
El artículo publicado en Búsqueda, declara que los concurrentes al evento alternativo de la Plaza Gomensoro eran «casi todos hombres». La concurrencia del evento al que concurrí como invitado por el grupo de chicas que lo organizó, estaba claramente compuesta por un número similar de hombres y mujeres como puede apreciarse en esta foto.
Representación equivocada de las organizaciones convocantes:
El periodista alega que el evento fue «convocado por Varones Unidos y A Mis Hijos No Los Tocan», cuando en realidad no es así, y de esto el señor Prato debería tener constancia porque se lo comenté claramente por teléfono. El evento fue convocado por un grupo de mujeres independientes que rechazan la ideologización de la marcha del día de la mujer llevada adelante por el movimiento feminista, convocatoria la cual desde Varones Unidos apoyamos.
Colaboramos con la organización y ayudamos a difundir, como apoyaríamos cualquier otra convocatoria alternativa que ayude a abrir el abanico y mejorar el nivel del debate nacional sobre unas políticas de género que se están imponiendo desde organismos y «ONGs» internacionales por la fuerza en todo occidente, incluído Uruguay, pasando por encima de nuestro ordenamiento legal y de la voluntad soberana de nuestros pueblos.
Este evento no fue una iniciativa de Varones Unidos ni de A Mis Hijos No Los Tocan, fue una iniciativa surgida de mujeres. De mujeres que piensan por si mismas, de mujeres con iniciativa propia. No fue una marcha organizada desde el poder para demostrar la capacidad de pasear por 18 de Julio a chiquilinas de 15 a 20 años, que viviendo de la mesada que les pasan papá y mamá, no tienen la más pálida idea de cómo funciona nuestra sociedad. Fue un acto de las mujeres uruguayas a las que tendríamos que escuchar a la hora de proponer políticas públicas entorno a las relaciones entre hombres y mujeres.
Flaco favor nos haríamos tanto a nosotros como a ellas, si nos dejásemos gobernar por lo que básicamente son niñas, tan solo porque una vez al año una decena de ONGs internacionales y dependencias estatales las juntan a jugar a la rueda rueda y hacer catarsis colectiva.