Los varones están viviendo una época de acoso mediático. Son víctimas de publicaciones, noticias e informes tendenciosos; que tienen el único fin de promover una opinión negativa de ellos en la sociedad y en especial entre las mujeres. Esta es una versión traducida y resumida del artículo omónimo de Suzzane Venker (ver artículo en inglés).
Esto se nota quizás más claramente en la publicidad y los programas de televisión. Parece que es una moda pegarle al género masculino y enaltecer la imagen de la mujer. En el artículo que escribí tiempo atrás (La guerra contra los hombres), remarcaba cómo se daba una imagen del varón estereotipada totalmente negativa.
Se está tratando a la masculinidad de los niños como si fuera una enfermedad
La lucha en contra de los varones comienza desde los primeros años, en la escuela primaria para ser precisos. Los niños varones corren con gran desventaja en comparación a las niñas, porque el plan de estudio está pensado para ellas. En los Estados Unidos, muchas escuelas han eliminado el recreo, algo que impacta de manera negativa en los varones, que por naturaleza son más inquietos y necesitan moverse, correr y gastar energías. Al mismo tiempo, se ha puesto de moda decir que los chicos tienen ADHD, es decir, un trastorno de deficiencia atencional: se está tratando a la masculinidad de los niños como si fuera una enfermedad.
El sufrimiento del varón adulto
Cuando los hombres se vuelven esposos y padres, las cosas se ponen espesas. En las cortes de familia los hombres son constantemente despojados de sus derechos legales.
En Estados Unidos, el «Acta de Violencia contra la Mujer (VAWA)» es fácilmente utilizado en contra de los hombres ya que su definición de violencia es tan ámplia que virtualmente cualquier conflicto en la pareja puede ser considerado abuso.
«Si una mujer se enoja por cualquier razón, ella puede simplemente acusar al hombre, y se asume que los hombres son culpables en nuestras sociedad», dice la Dra. Helen Smith. Esto es particularmente terrible, cuando la violencia en relaciones domésticas es prácticamente en un 50% masculina y 50% femenina (en Uruguay 1 de cada 3 víctimas fatales de violencia doméstica es varón)
Si estas cifras te chocan, esto es en parte porque los medios no creen que los hombres puedan ser víctimas de violencia doméstica, así que no lo reportan. Prefieren publicar historias en la que la mujer es la víctima, y haciéndolo, convencen al público de que existe una supuesta «guerra contra las mujeres».
Sin embargo, son los hombres los que sufren en nuestra sociedad. Desde la niñez, hasta la adultez, los «hombres blancos occidentales» deben hacerse un lugar contra una tormenta de burlas, presuposiciones y quejas sobre su mera existencia. Su opresión es peor que lo que las mujeres americanas han sufrido, y sin embargo, los hombres no se organizan, ni forman grupos cuando son perseguidos. Solo se encogen de hombros y se hacen a un lado.
Necesitamos despertar. El péndulo ha oscilado demasiado hacia el otro lado, desde un mundo de hombres a un mundo de mujeres.
Esto no es igualdad, esto es venganza.
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