Un grupo de seis mujeres mexicanas conquistaban específicamente hombres para luego robarles. El caso llegó a la justicia y deberán afrontar un juicio.
Violencia de Género contra el varón
Este es un caso claro donde el modelo delictivo – y el acto de violencia que implica – apunta específicamente al varón por motivo de su género y debería ser considerado «Violencia de Género».
Si el feminismo aspira a que creamos que con la definición de la «Violencia de Género» busca la igualdad, y no el incremento abusivo del poder y los privilegios que le concede la sociedad a la mujer, atropellando los derechos del varón, lo menos que podría hacer es utilizar el mismo criterio para cuando la víctima es un hombre que cuando la víctima es una mujer.
Ahora, ¿Considera el feminismo a este caso como «violencia de género»? No. Y es más, no es descabellado pensar que entre las feministas militantes más de una ha festejado este caso porque la violencia contra los hombres es graciosa ¿No? No.
En un país en el que el feminismo logró llevar la paranoia sobre la «violencia contra la mujer» al punto que hay vagones del metro a los que los varones tenemos prohibido entrar, el feminismo no ha emitido un solo comunicado refiriéndose a este hecho como «violencia de género» a pesar de que se trata de una violencia ejercida contra el varón, por el hecho de ser varón. ¿Por qué este doble estándar?
Cómo justifica el feminismo la discriminación del varón:
Las feministas menos despiertas dirán que solo la mujer puede sufrir violencia de género. Lo que hace al concepto discriminatorio. Las más avezadas dirán que no es violencia de género porque la sociedad es patriarcal y los varones tienen el poder en esta sociedad.
El patriarcado nuestro de cada día
Es interesante que digan eso, porque en el contexto en el que estas muchachas abusaban de la confianza de estos hombres, como puede saberlo cualquier varón que haya intentado cortejar a una señorita, el poder en el contexto del cortejo y en especial del cortejo con miras al sexo casual lo tienen en su totalidad las mujeres, al punto de que la actitud violenta y denigrante de las mujeres al rechazar al varón contrasta poderosamente con la actitud pacífica y conciliadora de los varones demuestran al rechazar los avances de la mujer.
Entonces no podemos hablar de que en la sociedad hay un género que tiene el poder y otro que le es servil. La realidad es mucho más compleja, como lo reflejan los múltiples hechos de la realidad que echan por tierra el mito del patriarcado: Una tasa de suicidios 4 veces más alta entre varones. Una tasa de indigencia 3 veces más alta, o un riesgo a morir por un accidente laboral 10 veces más alto, por nombrar tres datos que bastan y sobran para cuestionarse si las relaciones de poder entre los géneros responden a la visión ridículamente simplista que el feminismo difunde para avivar un conflicto intersexual sin sentido.
Volviendo sobre este caso
No es el primer caso en el que las mujeres utilizan sus armas de seducción para atraer a varones y luego robarles. Esto es precisamente lo que hacía esta banda mexicana: cautivarlos para golpearlos y acto seguido sacarles sus pertenencias. Consistía en un grupo formado por seis mujeres en su totalidad, que operaba en Cancún, ubicado entre el estado sureste de Quintaba Roo, México.
Todavía no se sabe con exactitud la cantidad de víctimas de esta red tramposa, pero se estima que apuntaban a decenas de hombres con determinadas características comunes. Además la policía cree que muchas víctimas no se atrevieron a realizar la denuncia por sentirse avergonzados.
Finalmente la justicia determinó llevarlas a juicio, que aún no tiene fecha de inicio.
Fuente: latest.com
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