Los recientes episodios de violencia política incluyendo golpizas y linchamientos protagonizados por los feministas radicales y anarco-comunistas en la ciudad de Berkeley, en Estados Unidos, surgieron paradójicamente como respuesta a una marcha convocada por un activista libertaria trans. Amber Cummings, a la que el alcalde de Berkeley calificó como «supremacista blanca» presumiblemente en base a que Cummings aparece en una foto junto con el activista identitario Nathan Damigo.
Sobre estas acusaciones Cummings comentó:
«Son mentiras que el alcalde está propagando. El supremacismo blanco no es permitido en mi concentración. Nosotros no queremos gente racista. No queremos gente odiosa aquí.
Lo que a mi me da miedo es que vivimos en una Nación en la que los medios encubren a terroristas violentos como Antifa»
El grupo extremista que en los papeles adscribe a luchar contra la transfobia, no duda en calificar de «nazi» a una mujer trans cuando sus ideas políticas no existen en el cada vez más estrecho espacio de lo que consideran «políticamente correcto».
Cummings, quien es conocida cariñosamente como «Based Tranny» por sus colegas libertarios, comentó a Mercury News:
«No es una concentración de derecha. Todo el que apoye a la constitución, a nuestro país y ame a nuestra gente es bienvenido»
Al tener noticia de que Antifa preparaba una contramarcha, Cummings canceló la convocatoria instando a los manifestantes anti-marxistas a no concurrir.