Un Uruguayo que vive en Alemania cuenta cómo se vive la crisis migratoria en la capital de la corrección política

Dialogamos con Daniel, un uruguayo que vive en Alemania sobre dos problemáticas que han explotado en el país europeo y cuyos ecos hemos llegado a sentir en Uruguay. La migración islámica y la censura.

Imagen cortesía de mundo.sputniknews.com - Todos los derechos reservados
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Migración islámica

¿Qué narrativa difunden los medios oficiales sobre el tema?

A decir verdad es bastante hermético todo. Para informarme uso más que nada Internet, o sea que todos tenemos acceso a la misma info pero en lo cotidiano, hay hermetismo. Como ocultar lo que sucede en los campos de refugiados, me han llegado comentarios directos y alguna noticia se filtra dos por tres. La narrativa va de acuerdo a las políticas del gobierno, o al menos intenta no contradecirlas, en resumen.

¿El crecimiento de la población extranjera y que sea particularmente joven, lo que la hace económicamente activa, ha tenido respuesta desde las autoridades?

Desde la posibilidad de la inserción laboral no hubo respuesta, mientras que si hay asistencia y subsidios para ellos.

¿Qué opinión tienen los alemanes de los migrantes musulmanes?

Es difícil saber lo que opina tanta gente. A nivel general, va creciendo la expectativa sobre los resultados del openborderismo. El otro día en una localidad un alcalde fue golpeado por regalar terrenos a refugiados, salió en las noticias. En mi percepción la tolerancia a las políticas migratorias de la hora, decrece más y más. Puede reflejarse en las opciones políticas donde AFD, Alternativa para Alemania según su sigla en alemán y fundado en 2013, que sólo crece. Enlazando con la primera pregunta, una cosa muy usual es llamarle «ultraderecha» a ese partido político en los medios, lo cual no refleja la realidad.

Supongo que hay gente con esas tendencias dentro del sector, pero yo mismo envié consulta a ese partido sobre cuál es su percepción de los inmigrantes que trabajan y se comportan de acuerdo a las normas del país digamos, y su respuesta fue «por supuesto que son bienvenidos, sin ir más lejos, en nuestra dirección hay inmigrantes». No es por promocionar el partido ni nada, yo no voto, sino por señalar que los medios de prensa parecieran estar flechados, o que se diga alineados.

El tema, añado, no es sólo lo que piensan los alemanes. Hay inmigrantes musulmanes que se han adaptado a las reglas de occidente, y uno puede escuchar de ellos mismos que la gente que ha llegado no es de lo más grata.

¿La gente anda con miedo, o se siente intimidada al toparse con ellos?

Durante los atentados sucedidos en Francia y los episodios en Alemania hubo miedo. Por un par de fines de semana incluso uno se preguntaba si era conveniente salir a divertirse el sábado o corría peligro, fue confuso en todo el mundo lo sucedido, mucho más acá en la vuelta. A nivel cotidiano y desde mucho antes, se noto que los alemanes son de ceder a prepotencias de otra gente. Te cuento un ejemplo. En las clases obligatorias de alemán para inmigrantes a las que uno asistió, había un grupo de musulmanes. Al repartir los libros del curso la profesora, alemana ella, uno de estos muchachos exigió «primero repártanos a nosotros» y la señora sin más acató, como agachando la cabeza disculpándose con el resto. En lo cotidiano es así, episodios como ese son la norma. Hay miedo sí.

¿Está justificado este miedo?

Supongo que tener miedo siempre es peor, es difícil encontrarle justificación a eso. Pero hay un hecho: a la mayoría de los alemanes no se les ocurre andar en la calle y ante un pleito sacar un cuchillo. A personas de otras culturas, sí. Y son muy de defenderse entre ellos. Problema con uno, problema con todos. Otro miedo que noto de la gente normal, trabajadora, es a decir nada sobre lo que sucede. Lo escuché dos veces en lo personal, la primera fue en la oficina de inmigración que fui a hacer unos papeles y una funcionaria nos dijo en medio de una conversación sobre la situación de refugiados: «si contara todo lo que sé y lo que veo, pierdo el trabajo». Lo mismo con una conocida que es policía. Si personas que trabajan para el Estado tienen sus reticencias para hablar, por algo será. El mismo gobierno pareciera generar ese miedo quizás amparando o tolerando unas cosas por un lado y amedrentando cualquier manifestación que a ojos de algunos pudieran resultar xenófobas. Está eso de Alemania y su pasado, también. Supongo que influye.

¿Cómo fue la reacción de los alemanes al asalto sexual masivo de Colonia?

No sabría reconocer reacción alguna si la hubo. Si me preguntas si a la mañana al ir al super todo el mundo estaba comentando horrorizado el episodio, pues no. Comparado con Sudamérica los episodios no son tan comentados por estos lares, y menos cuando fue en otra ciudad. Reacción gubernamental, en una palabra… negación.

¿Hay alguna explicación en la región sobre por qué Alemania es uno de los lugares más buscados por los inmigrantes?

Mucho tiene que ver con una pregunta anterior, desde el Estado se otorgan planes sociales,  beneficencia y políticas complacientes, otra no le encuentro. Juraría que no han venido a aprender de la cultura alemana u occidental.

¿Se han conformado guetos o lugares que son casi exclusivos de los musulmanes?

Sí, hay barrios donde se concentran. El hecho es: no hay lugar donde no estén. Uno sale a la calle y hoy por hoy se pregunta ¿dónde están los alemanes? Al menos en la zona de Nord Westfalia. Lo cual me lleva a dudar de las estadísticas de población también, pareciera que ya hay muchos más musulmanes que -los envejecidos- alemanes, si calculamos a ojo.

Imagen cortesía de europauniversal.blogspot.com.uy - Todos los derechos reservados
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Censura

¿El alemán promedio está al tanto de la epidemia de violaciones de musulmanes contra alemanas?

No es frecuente comentar hechos tan abiertamente con vecinos o algo así como para uno percibir fácilmente lo que opina el entorno sobre episodios puntuales. De repente en Uruguay o en Argentina, las noticias trascendentes están en boca de todos. Acá no es igual, todo transcurre de algún modo aislado e indiferente a esa clase de acontecimientos. Puede que eso pase por todo lo que venimos diciendo antes sobre la censura etc., o por un mero tema cultural. Pero no es que vas a la panadería y decís «¿viste qué horrible lo que pasó en Köln?». La sociedad es bastante más reservada y deja eso para los círculos íntimos.

¿Se autocensura la gente en lo que opina en las redes sociales?

Yo lo hago. Dos por tres sin embargo opinás algo, y te llegan mensajes privados poco gratos o respuestas que tienden a catalogarse dentro de un perfil que ni siquiera te representa si uno no es todo lo políticamente correcto que pareciera que hay que ser respecto a estos temas, sus causas, sus evidencias.

¿Cómo reaccionó la gente a las razzias del gobierno contra personas que habían criticado la política migratoria en redes sociales?

No estaba ni enterado de eso. Pero el hecho de que ni lo supiera, significa que reacción no debió haber mucha.

¿Cómo afectó esta crisis a la popularidad de Merkel?

Su popularidad decrece. Al punto que como vemos en las noticias, según aseguran medios grandes ahora quieren dar a entender que Merkel es la «nueva defensora del mundo libre», desde las elecciones en USA. Es decir, ya no se promueve ese mensaje de «seamos solidarios, bienvenidos refugiados», y esa política de brazos abiertos e incondicionales. Todo indica que la popularidad de Merkel va en picada. El hecho de que afD crezca, el hecho de que su propio partido haya considerado seriamente a Steinmeier para presentarse a elecciones, y en general yo creo que el viento está cambiando en el mundo entero, no sólo en Alemania, porque los resultados de estas políticas y la crisis que han generado seguro impactarán en el prestigio de los líderes que la han promovido, aquí en Europa con Merkel a la cabeza.

Como percepción in situ, creo que el miedo a opinar también va bajando y ya las voces no son tan tenues para indicar o señalar los diferentes aspectos que hacen a esta crisis. En otras palabras, no sé si Merkel perderá las próximas elecciones pero tampoco veremos muchos más carteles de «bienvenidos refugiados» habida cuenta de los resultados tanto culturales como económicos, si es que pueden separarse. Semejante grado de hospitalidad es insostenible a mi entender, y creo que son más y más quienes así lo van entendiendo, al punto de que el mismo oficialismo está en clara pretensión de cambiar su relato hasta el momento.

*El entrevistado solicitó permanecer en el anonimato.

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