«HARTA» Análisis sobre la agenda mundial de políticas de género y su cristalización, a través de la izquierda frenteamplista – por Claudia Bengoa

Así se llama la revista que editará la IMM, para adoctrinar las mentes de nuestras adolescentes, hacia el feminismo radical. La precursora de la misma, la connotada Fabiana Goyeneche, cumple de esta manera con NUESTRO DINERO; (el de todos los contribuyentes de Montevideo) con los mandatos de la agenda mundial. Uds se preguntarán, por qué una Intendencia, siente la necesidad de publicar una revista para adolescentes y yo también.

En ningún país del mundo que yo tenga conocimiento; los dineros municipales son destinados a la realización de una revista ideológica para las adolescentes. Mucho menos, cuando tenemos veredas rotas, basura pululante e inseguridad de todos los colores.

Lo que nos sucede a los incautos, es que nunca imaginamos, que en aquella reunión entre el ex presidente Mujica, George Soros y David Rockefeller, iba a mal venderse nuestra soberanía, no solamente territorial y económica; sino también ideológica, para convertirnos en el epicentro de los EXPERIMENTOS SOCIALES, de los clubes de los poderosos.

Los intereses eugenistas, encontraron en la izquierda mundial y en el Frente Amplio uruguayo, a los mejores socios para la destrucción del entramado social y la moral tradicional; de la familia, trabajo y propiedad; que se consideran «burgueses».

El marxismo radical, busca precisamente la extinción de las clases sociales y la homogeinización de la sociedad, tras el ideal comunista del «hombre nuevo». Para eso, es preciso la REVOLUCIÓN, es decir, acabar completamente con el modelo anterior, pero ya no a través de las armas, sino siguiendo los mandatos Gramcistas y las recetas del Foro de San Pablo.

Un «hombre nuevo» genérico, necesita sobre todo, de que exista una «mujer nueva», pues sobre todo las mujeres, deben ser adoctrinadas, si lo que se busca, es cambiar la matriz social.

La mujer es la dadora de vida y generalmente la principal educadora de los hijos, desde su más temprana infancia. Hete aquí, su importancia esencial, en este cambio social pergeniado entre las paredes de lujosos hoteles, clubes y despachos.
Más allá de los avances científicos, el hombre todavía no puede biológicamente engendrar y dar a luz, por más inventos ideológicos que se hayan inentado.
Es por esto, que el ser femenino debe de ser pervertido.

Los intereses eugenistas, no quieren más seres humanos sobre el planeta, ni la reproducción de los mismos, pues la Tierra será inviable en pocos años con estos índices de consumo. De ninguna manera sin embargo, quieren ceder en sus intereses económicos y comerciales, permitiendo los avances que ya existen, para que el mundo sea sustentable.

Resulta entonces más económico, matar seres humanos a través de vacunas, medicinas, agrotóxicos, agua contaminada y comida artificial; pero con esto no alcanza. Hay que evitar sobre todo, que el ser humano se siga reproduciendo.
Es por eso, que el modelo de mujer femenina heterosexual; madre y esposa, tiene que eliminarse.

En su lugar, debe instaurarse una mujer masculinizada, que no solamente no tendrá hijos por voluntad propia; sino que buscará que en lo posible, nadie los tenga; a través de políticas abortistas o simplemente ridiculizando y rechazando, los roles tradicionales de la mujer en la sociedad.

Por supuesto, también se intentará que el hombre sea lo más femenino posible, y se ensalzará la homosexualidad en ambos sexos, como el ideal supremo del ser humano.
Los homosexuales, no solamente no pueden tener hijos de forma natural, sino que además; los que deciden tener hijos artificialmente o a través de políticas de adopción, son la enorme minoría.
Que se entienda, no es esto un manifiesto contra la homosexualidad, sino un análisis que intenta ser objetivo, de por qué es necesario que la misma se imponga como una regla social entre los seres humanos.

De esta forma, la reducción demográfica está garantizada y es por esto, que los dineros para estas políticas de género, fluyen desde los programas de las Naciones Unidas, que hoy deberían llamarse «Corporaciones Unidas», para ser más fieles a sus objetivos.

La necesidad eugenista, de acabar con buena parte de la población mundial, para poder seguir habitando este planeta, puede ser satisfecha solamente, si se invierten todos los roles y valores sociales tradicionales. En pocas décadas, ser heterosexual será muy mal visto y tener hijos, conllevará la peor condena.
Este es el rumbo ideológico en el que vamos, de la mano de la izquierda uruguaya; liderada por los Pepes, los Martínez, las Fabianas y las Constanzas.

La única solución sería una oposición multipartidaria unida, política e ideológicamente, contra todo esto. Pero, salvo un milagro; los chacrismos, alentados y promovidos por la propia izquierda, lo impedirán; llevándonos como cobayos hasta el fondo del abismo; que paradójicamente fue denominado por el propio Karl Marx, como «Paraíso comunista».

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