Ricardo Contreras se encuentra viviendo una situación particular por su condición de varón. Luego que la mujer lo abandonará con los dos hijos, de seis y siete años, él debió hacerse cargo de ambos ante la desidia de la mujer de cuidar a los menores.
Un incendio lo dejó en la calle, teniendo solo oportunidad de salvar a los hijos. Tras esta situación, de la pérdida total de ropa, útiles y vivienda, buscó la ayuda del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Tijuana, sin fortuna. Contreras comentó que desde Gestión Social, por intermedio de una trabajadora social, “que no hay apoyo para eso”.
Mientras el Gobierno entrega ayuda humanitaria a extranjeros, como a los haitianos, Ricardo recibió la negativa gubernamental por ser deportado y sus dos hijos estadounidenses. Mientras la madre no quiere saber nada o tener contacto con los menores, lo cual no les permite la tramitación de la doble ciudadanía. Contreras trabaja en obras de manera temporal para pagar el alquiler y cuidar, como se puede, a sus hijos y llevarles la comida, aunque no tengan platos en que comer.
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