Hace cinco años, Luis Hiniesto, un hombre Español de 52 años ingresó esta nochebuena pasada a la prisión de Aranjuez para cumplir una condena de 3 años por defenderse de su mujer cuando esta intentó asesinarlo.
Hiniesto se disponía a abrir la puerta de su garage para a salir para su trabajo cuando fué atacado por un encapuchado que le disparó quemarropa por la espalda. Se dió vuelta, y forcejeó por el arma intentando salvar su vida. Luis al principio no lo sabía, pero al descurrir la capucha, encontró el rostro de su mujer, y desde ese día su vida ya no sería la misma.
Con una sola pierna desde los 11 años, Hiniesto no podía escapar corriendo de su agresor, por lo que el forcejeo con su atacante era el único recurso con el que contaba para poder conservar su vida. Su mujer llegó a realizar 5 disparos más en medio del forcejeo, el último de los cuales la hirió en el estómago.
Injusticia de género
Si bien varios peritos comprobaron que el disparo era consistente con la lucha por el arma y que no se podía probar que hubiese intención de matar a su esposa, Hiniesto, que todavía lleva la bala alojada contra su columna, porque extraerla podría dejarlo parapléjico, fué condenado por intento de homicidio inicialmente a la misma pena que se condenó a su esposa que había intentado asesinarlo: 8 años y medio de prisión, por uno de los misándricos tribunales de violencia de género que existen en España y se quieren importar a Uruguay mediante la Ley Integral de Violencia de Género, presentada por el gobierno en Mayo de este año que se cierra.
Luego del proceso de apelación, el tribunal supremo disminuyó, pero no revocó la sentencia. Por lo que aún apesar de que su mujer admitiera que mintió al decir que era víctima de violencia de género por sugerencia de su abogada, para obtener simpatía de estos tribunales, hoy Luis se encuentra trágicamente encarcelado.
Cómo último recurso, el abogado de Hiniesto está intentando tramitar un indulto que le permita al hombre que entró en silla de ruedas a la prisión recuperar la libertad.