Una pandilla, en la localidad de Rochdale, que supo atacar a varias menores ha conseguido ayuda legal del estado para evitar ser deportados. Esta noticia sorprendió a los habitantes de la ‘isla’, luego de conocerse que los padres de Charlie Gard, un menor que necesita realizar una terapia experimental en Estados Unidos, sufrieron el rechazo gubernamental para luchar por la vida de su hijo.
Cerca de un millón de libras desembolsó el estado británico, en primera instancia, para que esta pandilla no fuera deportada, en gran parte a Pakistán, en un juicio donde fueron encontrados culpables de los cargos criminales denunciados. Sin embargo, el gobierno ha seguido ayudando a estos migrantes para que su deportación no se realice.
Los migrantes musulmanes buscan ampararse en el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, donde se protege el derecho a la vida familiar. Los acusados han expresado que su deportación dañaría a sus familia. Esta pandilla de pakistaníes había llevado adelante una serie de violaciones a menores de edad en Rochdale, luego de embriagarlas y drogarlas.
FUENTE: Dailymail